A todos los que me leéis, este es el mi último artículo de 2011, así que, antes de nada, desearos a todos unas felices fiestas, y que el 2012 sea grandioso para todos. Si todo sigue el orden lógico, espero que también lo sea para mí y los míos, que este año ha sido grande. Sin más dilación, aquí os presento uno de mis discos favoritos del año, mi regalo de Navidad , procedente desde Asturias, el nuevo trabajo de Avalanch. Hace meses anunciaron que sería un trabajo muy especial y de carácter internacional, en colaboración con Luis y Rómulo Royo (si podéis haceros con el libro de ilustraciones, hacedlo, pues os mete más de lleno en la historia tras estas canciones), y sacado íntegramente en inglés. Su primer trabajo original en inglés, tras dos adaptaciones de La Llama Eterna y Los Poetas Han Muerto ha provocado distintas reacciones, quejas, alabanzas, a partes iguales, por el tema del acento de Ramón Lage. Vamos a ver, hay muchas bandas europeas a las que se les nota bastante el acento y no se les pone tantas pegas, coño. Yo estudio Filología Inglesa, algo sabré del tema, y su pronunciación me parece óptima, no perfecta, pero sí adecuada. Y tras estas alabanzas, vamos al disco.
Es imposible encontrar un patrón común a los 13 cortes del disco, sinceramente. ¿Motivos? Han alcanzado una variedad y una madurez compositiva digna de las grandes bandas de Metal europeas. Muy pocas pueden arriesgar tanto y que les salga tan bien. Aquí hay cosas que "recuperan" la etapa Power Metal del grupo que tanto ansiaban algunos, y lo pongo entre comillas porque hay distancia, matices bastante obvios, que separan este trabajo con El Ángel Caído, también elementos progresivos, cosas más clásicas en los riffs y las voces, medios tiempos melódicos... hasta aquí todo entra dentro de lo lógico en el mundo de Avalanch, ¿no?
¿Y si os digo que, además de todo eso, hay nada más que 4 instrumentales, una de ellas extraordinaria, un tema de Death Metal melódico, otro con aires de Funk y Soul, y momentos y tonos vocales extraídos del Thrash Metal (bastante moderno, más duro que el Ramón de El Hijo Pródigo), con acierto y protagonismo? Esto ya no es tan corriente, ¿eh? Os comentaba que nos encontramos ante su disco más variado, y con razón. Su trayectoria está llena de cambios y giros, pero en Malefic Time: Apocalypse se han lucido bastante en este apartado. Chapó, puesto que el cambio les ha sentado fenomenal.
Sobre la música y el desarrollo de los temas, abrir con el tema homónimo es toda una declaración de intenciones, una intro larga con sintetizadores para un tema bastante oscuro, Lage cuenta con libertad para gritar a sus anchas, con tonos rasgados y riffs potentes, un estribillo fenomenal, y cambios de intensidad por un tubo. Los momentos más melódicos del disco nos los proporcionan Baal, que da nombre a uno de los personajes más importantes de la historia (que luego os resumiré), que empieza suave y limpio para terminar desencadenado y bestial, In The Name of God sigue una tónica similar pero con un contraste menos agudo y con más protagonismo de Rionda, y la semiprogresiva Spread Your Wings, con un inicio progresivo para terminar en un tema puramente Power Metal, si bien soy poco aficionado al estilo, es una gran canción, sobre todo por la melodía que llevan los teclados de Chez y el solo. Lilith también es bastante melódica, con buen puente y un riff cabalgante, pero no es tan destacable como las anteriores.
Otro apartado de temas: La Augur sirve como enlace, muy rítmica, melódica pero con un puntito de oscuridad muy logrado y cambiante, no es de lo mejorcito, pero no baja el nivel. "Aquí el más tonto hace relojes", porque vaya. Y el corte más Heavy del disco, excelente riff para abrir, Lage está enorme, en coros más clásicos, voces agudas, con unos niveles de oscuridad y teatralidad increíbles, maquiavélico y preciso, muchos lo han comparado con King Diamond en esos términos, si bien no abusa del falsete, logra una atmósfera cautivadora, increíble, mezclando varios tonos, agudos, guturales, tirando de vibrato, voces graves, en un espacio de tiempo corto, para finalizar con un solo bastante veloz, uno de los puntos más altos del disco.
Las instrumentales: son 4, Lost In Saint Patrick, Apocalyptic Dream, 9th Snake y Soum´s Death. La primera es simple y llanamente la mejor instrumental del disco, donde Rionda da rienda suelta a su habilidad como guitarrista, con mucho sentimiento y carácter. Apocalyptic Dream a teclado empieza suave, para finalizar con aires más oscuros (es la antesala del tema Lilith) mientras que las otras dos dan cierre al disco, de los pocos momentos de tranquilidad tras la tormenta desatada.
Y los dos últimos temas que comentar, los "experimentos". En sí los temas tienen poco o nada de experimental pero, desde luego, son composiciones atípicas en Avalanch y, sinceramente, los temas a los que más ganas les tenía antes de escuchar el disco. New York Stoner presenta un dueto de voces entre Lage y el americano Tony Almont, un tema con ritmos de Funk y Soul, lo más Soul es precisamente las estrofas cantadas por Almont, con una voz grave, rota, profunda y un buen rango, que juega contigo como quiere, y deja paso a un estribillo más melódico y característico de la banda, cantada por Ramón. Ese es un tema, el otro corresponde al nombre de Marduk, encarna al personaje más oscuro y salvaje de la historia y es un tema de Death Metal cantado íntegramente (salvo unos cuantos susurros) en voz gutural. Death melódico, precisamente, por un pequeño interludio con presencia de teclados, bastante oscuro. Chapó a Marco a la batería, aumentando el ritmo, doble bombo, rozando el blast beat... y Lage, profundo, cavernoso y malévolo, acompañado por el director de los videoclips, Miguel Mesas. Death de escuela nórdica, sin abusar de teclados o melodías, contundente y preciso.
El análisis musical concluye aquí, pero quiero mencionar las letras, la historia creada por los Royo. La putadita es que las letras no vienen incluídas en el libreto del disco, que apenas introduce la historia y da un par de detalles, así que me ha tocado sacarlas a oído:
Nos situamos en una Nueva York postapocalíptica, año 2038, una ciudad paralizada, devastada por combates entre criaturas aladas y sobrenaturales. Pocos supervivientes quedan, entre ellos Luz , la protagonista que, como habréis podido adivinar, es la chica de la portada, que porta la espada Malefic, ejes de la historia junto a Baal, calmado, sereno, su maestro, pero a su vez un demonio que atesora un poder sobrenatural (ahora encajad esta personalidad con el tema del mismo nombre, ¿a que cobra sentido?), una historia de lucha, supervivencia, con tintes apocalípticos y donde los personajes buscan recobrar la luz perdida, un universo del que saldrán más libros. También Marduk , al parecer el antagonista, personaje peligroso que no necesita justificar sus acciones, oscuro y brutal. La relación entre música y concepto, llevada a cabo de forma espectacular. En este mundo decadente han sacado adelante uno de sus trabajos más metálicos y duros, puesto que la historia lo requiere. Un trabajo ambicioso, profundo y complejo, que, a falta de superar el siempre exigente examen del tiempo, se sitúa sin problema entre sus mejores obras. Para mí, junto a Los Poetas Han Muerto y Muerte y Vida, su mejor disco en toda su trayectoria, y eso es decir mucho.
Con esto termino la reseña, espero que os haya gustado la última reseña de 2011, desearos un feliz año y que no se os atraganten mucho las uvas. Un saludo y gracias por vuestro tiempo.
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viernes, 30 de diciembre de 2011
martes, 27 de diciembre de 2011
BE - Pain of Salvation [2004]
Vuelvo a subir algo, tras unos días alejado (ya sabéis, Navidades alejado de Internet, juntarse con los seres queridos y demás). Vengo a "descubriros" un disco, y lo pongo entre comillas porque no es primera vez que reseño algo suyo, en este mismo Blog tenéis el Road Salt Two, analizado hace bien poquito, y en el Eco de la Música tenéis su primera parte analizada por un servidor. Pues bien, ahora me pongo con una tarea que tenía pendiente desde hace mucho tiempo, sin duda el disco más complejo de la banda a nivel de letras, arreglos y música. Dejadme que os presente a este microcosmos llamado BE.
Pues bien, este disco salió al mercado dos años después de su obra más aclamada, Remedy Lane (para mí también es su mejor disco), por lo cual tenía un papelón encima de los de agarrarse. Para algunos, este disco es una genialidad inigualable, para otros, la muestra de que a Danielito se le empezaba a ir la olla y a hacer cosas raras. Opino más parecido a lo primero que a lo segundo, si bien no es mi disco favorito de esta gente, lo considero de sus trabajos más logrados. Aviso para navegantes, es un disco muy denso, que sobrepasa los 70 minutos de duración, y contiene música elaboradísima, que no tiene por qué entrar a la primera escucha. Recomiendo, por lo tanto, paciencia y sucesivas escuchas para disfrutar en su plenitud del álbum. Sin más dilación, vamos a ello.
¿Etiquetas? La más obvia es Progressive Metal/Rock, como es costumbre en la gran mayoría de discos de la banda. Pero aquí hay abundantes elementos de Folk, sinfónicos, partes habladas y recitadas y sonidos experimentales que iré explicando más adelante, a modo de Ópera Rock. Ante este panorama es bastante evidente que nos topamos con un trabajo muy barroco y distinto a lo que venía haciendo la banda, pero claro, cuando tienes creatividad para ir variando disco a disco, te lo puedes permitir. Y aquí se permiten contar con una pequeña orquesta de 9 personas llamada Orchestra of Eternity, donde alguna de las bases del disco se asientan, puesto que tiene mucho protagonismo en el resultado final.
En cuanto a los temas, vamos por partes: abrimos con Animae Partus (I Am) que es una pieza de casi dos minutos completamente recitada, la música no comienza hasta Deus Nova, donde entran los primeros instrumentos Folk (violines y clarinete), un ritmo lento, bastante oscuro y un teclado sublime, donde ya empezamos a reconocer a los suecos. Pero esperad, que la cosa vuelve a cambiar. Imago (Homines Partus) es puro Folk, con una atmósfera bastante medieval y Gildenlöw bastante solvente a la mandolina, acompañado por clarinete, flauta, violín... y batería. A las voces muy efectivo, pega muy bien con la atmósfera que pretenden crear. Pluvius Aestivus es una instrumental a piano de la que poco más se puede decir, sirve como prólogo a Lilium Cruentus (Deus Nova), repleta de cambios de intensidad y con unas líneas vocales magistrales, un tema que cabría perfectamente en sus dos discos anteriores, sobre todo gracias a la parte final. Nauticus (Drifting) destaca por el bajo y la acústica, pero el pelotazo y una de las mejores canciones de la banda viene ahora: los más de 10 minutos de Dea Pecuniae es ambiciosa, siguiendo la línea de los otros temas, pero multiplicado por la mayor presencia de coros, voces dobladas, guitarras, y la libertad de Gildenlöw para cantar en los tonos que le parezcan, especialmente el crescendo final, impagable, terminando con una parte hablada que enlaza de forma directa con Vocari Dei , de atmósfera melancólica, con un punteo de guitarra aflamencado, por si hubiese poca riqueza ya. Diffidentia (Breaching the Core) presenta un contraste entre un teclado sencillo y melódico entre una base rítmica y guitarrera muy pesada, lento, oscuro, mezclando tanto canto como partes habladas. Nihil Morari es otro de los nexos entre BE y sus discos anteriores, con un punto de pesadez rítmica, muy cambiante, compleja y con teclados extraídos directamente de Deus Nova, detallitos que personalmente me encandilan, ojo a la guitarra. Latericius Valete es un tema muy cortito, instrumental, con el Folk y el teclado por bandera. Omni es otro favor a la variedad del disco, con un halo de Gospel que demuestra las cualidades de Daniel como cantante, introducido por una parte hablada y un órgano muy solemne.
Nos vamos acercando a la parte final del disco, donde, en el corte número 13, nos topamos con mi favorita: Iter Impius es otro de los pesos pesados de su discografía, con una interpretación magistral, que no queda deslucida por los arreglos de cuerda ni el resto de instrumentos, que acompañan a la voz tenue de Daniel Gildenlöw (como para no amar a este hombre). La parte con toda la orquesta de fondo, cuando Gildenlöw sube con su voz, hace lo que le da la gana, y el solo magistralmente tocado, solo queda sentarse y aplaudir. Martius - Nauticus II comienza con una línea de batería muy marcial, que se transforma en una pieza muy compleja y repleta de cambios de ritmo, si bien la batería pasa a un plano más sencillo, el resto de instrumentos se encabronan para deleite del oyente, repleto de cambios, Folk, guitarra acústica, teclado, percusión muy cambiante (entre la seriedad del principio y los toques étnicos del final)... conformando una pieza bucólica y que nos recuerda a Imago (Homines Partus), con un Gildenlöw desatado, excelentes coros y armonías vocales, muy bucólico todo. Los últimos 4 minutos del disco corresponden a Animae Partus II, a modo de conclusión de un disco largo y elaborado, 4 minutos sin música, con alguna parte recitada, respiraciones y demás. El disco termina al igual que empezó, con la frase "I am".
Una vez he analizado la música de BE, vamos con el trabajo difícil (más si cabe): las letras. Analizar ambas cosas a la vez es agotador tratándose de 15 temas. La historia contada en este álbum tiene el honor de ser la más compleja y profunda que jamás hayan hecho hasta la fecha, narrando los orígenes del ser humano, Dios, el dinero, la sociedad, el amor, la población mundial...
Entre diversas perspectivas, todo tiene un comienzo, en el ser, se trata de explicar el yo (vuelvo a recordaros el "I am" que abre el disco) desde una perspectiva que me recuerda un tanto a las ideas de Descartes ("I cannot remember not being"), otra prueba de la naturaleza filosófica del concepto. Deus Nova narra la evolución del número de habitantes desde hace miles de años hasta ahora, la multiplicación de ellos... desde la perspectiva divina, pero incrédula. Imago (Homines Partus) cuenta la creación del ser humano y cómo pobló la Tierra. Lilium Cruentus (Deus Nova) es compleja, a modo de conversación, la vida llega a su fin, un tema de contrastes fuertes, como la música misma. Nauticus (Drifting) parte con una idea tan genial como LOL, y es que Dios deja un contestador automático para sus fieles, oyendo así sus pensamientos. Se nos presenta uno de los personajes de la historia, Mr. Money, el prototipo de hombre rico y ávaro, que se explica más detalladamente en Dea Pecuniae (literalmente diosa del dinero en latín), un personaje codicioso, nunca conforme con lo que tiene, que arrasa con lo que él llama mediocridad (los que tienen menos dinero). Es curioso como estos personajes ficticios se identifican con algunos personajillos de hoy en día. Diffidentia (Breaching the Core) se planta ante Dios (Animae) mismo,el núcleo por así decirlo, la relación entre Dios y el ser humano, como de interdependencia, la resistencia del ser humano contra todo...
Nihil Morari parte de la idea anterior, pero se destaca como una de las mejores letras, tanto individualmente como a modo de hilo conductor. Rebeldía, inconformismo, llamadlo como queráis. El ser humano (Imago, del latín imagen y llamados así por ser la imagen de Dios sobre la tierra) busca cambiar su destino, la extinción, el fin de las cosas. Ahí el ser humano echa la vista atrás, burlándose del desarrollo y criticando el modelo social, puesto que nos lo estamos cargando todo. Un párrafo brutal:
You think we have developed fast, that we´re civilized and intelligent
I´ll let you know a secret, we have developed things!
The rest is simply knowledge passed on
Omni es la voz de Imago hacia Nauticus (la naturaleza viva), diciendo que todavía quedan posibilidades de salvación. Iter Impius nos muestra un mundo devastado ante la pasividad de algunos (Mr. Money, quien aparenta ser impasible al sufrimiento del mundo), con la premisa de que gobernará entre las ruinas. Martius - Nauticus II narra como Martius se convierte en el ser, Nauticus, la naturaleza. El planeta es vida, y la vida se regenera, es el triunfo de la vida sobre la adversidad, con la posición impotente de Dios. O al menos así lo he entendido yo, vaya, puesto que es complicado encontrar un hilo conductor en esta historia. Aun así, espero que os haya gustado, lo he hecho lo mejor que he sabido, hasta la próxima entrada.
Mejores temas: Deus Nova, Dea Pecuniae, Iter Impius.
sábado, 24 de diciembre de 2011
Protest the Hero - Kezia [2005]
Cuando vienes de reseñar uno de los discos más grandes de la historia por un puñado de gigantes llamados Pink Floyd, se crean expectaciones sobre qué disco será el siguiente elegido. ¿Otro clásico, quizás? No precisamente. Hablamos de un disco bastante actual, de una década donde la etiqueta de "clásico" se puede discutir mil veces por los expertos y blablabla, pero como yo no soy ningún experto, nadie me paga por reseñar y lo hago por amor al arte, no me voy a detener en eso. Hablo del que seguramente sea mi disco favorito, si es posible decir uno solo, entre obras de arte como The Dark Side of the Moon, Odessey and Oracle o cosas como Land of the Free y Traced In Air, ambos reseñadas en este Blog. Ni son setenteros, ni mueven masas, ni nada, son canadienses, con comienzos humildes (su material previo a este disco me parece bastante corriente) y grabaron este disco entre los 17 y los 19. Así pues, empiezo mi presentación:
Amo brutalmente esta foto. Thumbs up, bitches!
Kezia es el debut de este quinteto canadiense de Metal Progresivo/Metalcore. Sobre su estilo musical se puede hablar largo y tendido, puesto que varía de disco a disco, siguiendo una evolución lógica y que se veía venir, de un Hardcore Punk sucio con diversos elementos técnicos, pasando a un Melodic Metalcore/Post-Hardcore progresivo en el álbum que nos ocupa, de aquí en adelante se irán volviendo más Metal y menos Core, manteniendo siempre la etiqueta de "Progresivo". En una década donde el "Metalcore" se ha convertido en una mala moda, con poco de Metal y menos de Hardcore, aparecen bandas como esta a dotar de calidad musical a un estilo que reniega de sus orígenes. Y tras esta puñalada, sigo:
A lo largo de las 10 canciones nos encontramos con un híbrido entre Metalcore/Post-Hardcore (breakdowns, voces guturales de fondo), con altas dosis de melodía, tanto en la estructura de las canciones como en las voces limpias, que ocupan la mayor parte del disco, momentos breves al piano cortesía de Luke Hoskin, polirritmia, cambios de ritmo, de intensidad, todo bastante variado, voces femeninas de la cantante Folk canadiense Jadea Kelly, que aporta con su voz inocente la personalidad central del disco, cosa que explicaré más adelante. El virtuosismo instrumental está a la altura, el despliegue de tappings, armónicos y riffs complejos no se utiliza tanto como en sus dos discos posteriores, pero es que eran jóvenes. Aun así, instrumentalmente es bastante impresionante, con instantes más melódicos y abrasadores muros de sonido en algunas partes lentas. Los cambios de intensidad, de velocidad (arrancadas como en Divinity Within, tanto en tempo como en complicación del tema), y los emotivos finales de Turn Soonest to the Sea o The Divine Suicide of K., plagado de feeling, melodía, con una interpretación pausada y emotiva, encuadrándose ambos momentos entre lo mejorcito del trabajo. Rody Walker hace un trabajo enorme, gracias a su rango vocal y a su buen vibrato, aun sonando inmaduro, está colosal, acompañado con gritos rasgados y los guturales de fondo de Arif que ya os comenté.
En lo que al apartado lírico se refiere, Kezia se destapa como su único disco conceptual hasta la fecha, narrando la vida, ejecución y muerte de una joven del mismo nombre. La chica está personalizada de alguna manera por Jadea Kelly, la cual toma el papel de vocalista en alguna de las partes más emotivas.
La historia está dividida en tres partes: los tres primeros temas narran la historia desde el punto de vista del sacerdote que acompañan a Kezia en sus últimas horas de prisión. Es una crítica a la interpretación fanática de la religión, idea que comparto completamente. Abriendo con un grito de "This Should Never Be", comenzamos con No Stars Over Bethlehem (referencia bíblica, y hay más). Tema crítico e inteligente, que da paso a dos de mis temas favoritos: Heretics & Killers y Divinity Within. Representan la confusión y la inseguridad, aquí el sacerdote se muestra inseguro (I watch my temple fall to pieces). ¿Merece morir? ¿Cuales son tus últimas palabras? Con esto, damos por finalizada la primera parte.
La segunda parte sigue marcada por las dudas, pero cambiamos de perspectiva: los soldados que darán matarife a la prisionera. Bury the Hatchet y Nautical, líricamente opuestas: la primera es firme, dura,mientras que en la segunda ya se aprecian temblores, nuevamente, los soldados dudan de si lo que hacen es correcto. Para muestra, el fragmento final de Bury the Hatchet.
Abrumador, pero vamos a algo que no se aleja demasiado, aparte de mi segundo tema favorito del disco y el cierre de la historia contada por Kezia, The Divine Suicide of K. El final de su vida, sus últimos instantes, donde Kezia se convierte en mártir por una causa injusta, pero estableciendo un punto de inflexión. Aquí la relación del mártir la saco con el Ziggy Stardust de David Bowie, pero esto ya es a nivel personal y no creo que sea intencionada. El trabajo rítmico es brutal, y tiran de recursos poéticos como la aliteración en: "It´s true that tactless teem totem-poles turn tolerance to tired taboos". El párrafo final, al igual que el del tema anterior, es desgarrador, con una parte final emotiva, sobre todo los dos últimos versos recitados por Jadea Kelly.
En lo que al apartado lírico se refiere, Kezia se destapa como su único disco conceptual hasta la fecha, narrando la vida, ejecución y muerte de una joven del mismo nombre. La chica está personalizada de alguna manera por Jadea Kelly, la cual toma el papel de vocalista en alguna de las partes más emotivas.
La historia está dividida en tres partes: los tres primeros temas narran la historia desde el punto de vista del sacerdote que acompañan a Kezia en sus últimas horas de prisión. Es una crítica a la interpretación fanática de la religión, idea que comparto completamente. Abriendo con un grito de "This Should Never Be", comenzamos con No Stars Over Bethlehem (referencia bíblica, y hay más). Tema crítico e inteligente, que da paso a dos de mis temas favoritos: Heretics & Killers y Divinity Within. Representan la confusión y la inseguridad, aquí el sacerdote se muestra inseguro (I watch my temple fall to pieces). ¿Merece morir? ¿Cuales son tus últimas palabras? Con esto, damos por finalizada la primera parte.
La segunda parte sigue marcada por las dudas, pero cambiamos de perspectiva: los soldados que darán matarife a la prisionera. Bury the Hatchet y Nautical, líricamente opuestas: la primera es firme, dura,mientras que en la segunda ya se aprecian temblores, nuevamente, los soldados dudan de si lo que hacen es correcto. Para muestra, el fragmento final de Bury the Hatchet.
I swear I have compassion
I´ve just been trained to disregard the prisoner´s life
Because I am the prison guard
Para finalizar esta etapa, toca desgranar la impresionante Blindfolds Aside, con un despliegue de tappings, armónicos y melodía brutal, mientras los guardias deciden quitarse la venda de los ojos y ver la verdad. Esta vez nos encontramos ante un tema más directo y con menos metáforas complejas. Enorme esta parte:
Her tiny steps tell lies about the choice I have to make:
Pull the screaming trigger and watch your carcass bleed me dry
or drop the gun and try to shake away the blindfold from your eyes?
Vamos terminando, ahora la misma Kezia será la que nos cuente la tercera parte de la historia, esto se traduce a una presencia mayor de Kelly a las voces, lo cual es siempre de agradecer. She Who Mars the Skin of Gods son sus recuerdos, su vida. Uno de los temas más Metalcore del disco, en un compás de 6/8 y con breakdowns. Ahora entran dos burradas, Turn Soonest to the Sea es una crítica al sexismo, curioso por el párrafo cargado de mala baba que citaré ahora, bonita manera de llamar puta a alguien, y nos volvemos a encontrar con una referencia bíblica, esta vez, la "costilla" (Eva surgió a partir de una costilla del hombre, Adán). "You´ll be asking for your rib and I´ll smile and I´ll call you brave" , con un final bastante épico. Otra referencia mitológica se da en la mención de Vesta al principio, diosa romana del hogar. Ahora, a lo que os he dicho, tomad poesía:
So when you bled on the bed as you fed those expectations as a whore and not a human
You embraced with hesitation the very parameters of all you can be
Not a mother, not an aunt, not a sister who' not subdued
Because dignity's not physical and your flesh means more than you.
Your flesh means more than you; your flesh means more than you
Your flesh means more than...
Abrumador, pero vamos a algo que no se aleja demasiado, aparte de mi segundo tema favorito del disco y el cierre de la historia contada por Kezia, The Divine Suicide of K. El final de su vida, sus últimos instantes, donde Kezia se convierte en mártir por una causa injusta, pero estableciendo un punto de inflexión. Aquí la relación del mártir la saco con el Ziggy Stardust de David Bowie, pero esto ya es a nivel personal y no creo que sea intencionada. El trabajo rítmico es brutal, y tiran de recursos poéticos como la aliteración en: "It´s true that tactless teem totem-poles turn tolerance to tired taboos". El párrafo final, al igual que el del tema anterior, es desgarrador, con una parte final emotiva, sobre todo los dos últimos versos recitados por Jadea Kelly.
Resurrected to be killed and maybe born again,
I´ll always be Kezia as long as any hope remains.
Resurrected to be killed and maybe born again,
I´ll always be Kezia so long as any hope remains...
Ahora solo queda la conclusión, el décimo y último corte, A Plateful of our Dead. Se resume en "puedes matar a la flor, pero sus semillas se esparcirán", criticando aspectos morales (volvemos al principio), pero con un mensaje de optimismo: Kezia nos ha dejado, pero podemos, es más, debemos salir adelante, cada persona tiene una opinión, es una llamada al pensamiento libre e individual. Es una llamada a mirar al futuro con optimismo, un final agridulce a una obra única e irrepetible, de estas que ponen los pelos de gallina. No he mencionado que la unión música-voz-concepto es simbiosis pura, con un nivel de interpretación asombroso, y más para un debut que no ha sido superado.
Con esto voy terminando, no sin antes decir que espero que os guste la reseña, el disco, y las letras. Un saludo.
viernes, 23 de diciembre de 2011
Pink Floyd - Wish You Were Here [1975]
No hace mucho tiempo hice una reseña del magnífico El Patio de Triana, hablando del auge del Progressive Rock y demás. Pues bien, volvemos al mismo año, pero hablando del mejor disco que salió entonces y mi segundo LP favorito de estos ingleses, tras el celebérrimo The Dark Side of the Moon. Muy pocas bandas están a la altura de sacar un disco tan magnífico, menos incluso de tener varias obras maestras en su catálogo, de construir discos que harían temblar la historia del Rock. Pues bien, Pink Floyd es uno de esos gigantes, y aquí uno de sus discos más importantes, tanto musical como conceptualmente.
El apartado lírico es una de las muestras de la grandeza de Pink Floyd, aclamados por sus elaboradísimos discos conceptuales. ¿Sobre qué versa Wish You Were Here? Se pueden trazar dos líneas, dos historias a lo largo de los cinco cortes del disco. Una de ellas, representada por los temas Welcome to the Machine y Have a Cigar nos relata los entresijos de la industria musical, cruel, donde el empresario exprime al músico y luego lo tira a la basura, la adulación constante, la ironía con la que se trata... y tan irónicamente, que Roy Harper, vocalista en Have a Cigar, afirma que nunca se le pagó lo que se le debía por su participación. El otro hilo conceptual trata sobre la desintegración del antaño líder de la banda, Syd Barrett, el cual, tras años sin verlo, apareció con menos pelo, bastantes más kilos, desorientado y con una apariencia bastante decadente, fruto de sus adicciones que le costaron su salida de la banda tras apenas grabar dos discos, y uno de ellos con poca presencia (A Saucerful of Secrets, del 68).
Tres de los temas (las dos partes de Shine On You Crazy Diamond y la homónima) están dedicadas al viejo Syd, y además, es interesante saber que no es el único sitio donde se le mencionaría, directa o indirectamente (4 años después se lanzaría The Wall al mercado, la autodestrucción de la estrella del Rock, otra clara referencia a Barrett). Otro dato curioso son las iniciales del tema dividido en dos partes: Shine on You Crazy Diamond, iniciales de su nombre, o que en Have a Cigar (volvemos con el tema) se pregunta por "Pink", que será el eje central de The Wall. Feedback lo llaman algunos, genialidad lo llamo yo.
Dejando de lado las anécdotas, que se cuentan por miles, vamos al álbum. Abrimos con la "primera parte" de la suite que es Shine On Your Crazy Diamond, y lo pongo entre comillas porque realmente son nueve partes, las 5 primeras en el primer corte y de la 6 a la 9 en el quinto y último tema del disco. Armónicamente genial, un tema donde los sintetizadores (en paz descanse el señor Wright, de mis teclistas favoritos) y los saxofones (tanto alto como tenor) cobran protagonismo, donde se suceden los cambios de intensidad, dando ese "color" o "brillo" tan particular, los solos de guitarra de Gilmour, tan excelentes y cargados de feeling, cerrando con arpegios que terminan con un fade out (desvaneciéndose lentamente) hasta dar paso al siguiente tema, Welcome to the Machine, una pieza pausada y con abundante presencia de los sintetizadores, con un aire abrumador. Ojead el videoclip, es una maravilla, desgarrador y violento como ninguno. La máquina succionadora que es la industria musical, puesta a caldo con maestría. Continuamos con Have a Cigar, presidida por la voz de Roy Harper, un tema muy rockero (¿Animals, 1977, alguien?) donde destacan los riffs de bajo y guitarra, acompañados por la batería, donde las lastimosas líneas vocales juegan un papel crucial, claro, esta voz es nueva en la banda, le da algo distinto. Es el tema más corto, en torno a cinco minutos, mostrándonos la faceta más directa de la banda.
Los dos últimos temas merecen un párrafo aparte, como podéis ver. En primer lugar, vamos a hablar de Wish You Were Here, que enlaza directamente con la anterior, con sonidos poco nítidos a propósito hasta que suena Gilmour. Grabada con una guitarra de doce cuerdas, esta pieza acústica se convirtió, por derecho propio, en una de las canciones más reconocidas de la banda, y eso es decir mucho, por su capacidad de conmover, su letra, y la delicada voz de Gilmour, que además de ser un guitarrista extraordinario, acaricia oídos con su voz que da gusto. Descorazonador:
El apartado lírico es una de las muestras de la grandeza de Pink Floyd, aclamados por sus elaboradísimos discos conceptuales. ¿Sobre qué versa Wish You Were Here? Se pueden trazar dos líneas, dos historias a lo largo de los cinco cortes del disco. Una de ellas, representada por los temas Welcome to the Machine y Have a Cigar nos relata los entresijos de la industria musical, cruel, donde el empresario exprime al músico y luego lo tira a la basura, la adulación constante, la ironía con la que se trata... y tan irónicamente, que Roy Harper, vocalista en Have a Cigar, afirma que nunca se le pagó lo que se le debía por su participación. El otro hilo conceptual trata sobre la desintegración del antaño líder de la banda, Syd Barrett, el cual, tras años sin verlo, apareció con menos pelo, bastantes más kilos, desorientado y con una apariencia bastante decadente, fruto de sus adicciones que le costaron su salida de la banda tras apenas grabar dos discos, y uno de ellos con poca presencia (A Saucerful of Secrets, del 68).
Dejando de lado las anécdotas, que se cuentan por miles, vamos al álbum. Abrimos con la "primera parte" de la suite que es Shine On Your Crazy Diamond, y lo pongo entre comillas porque realmente son nueve partes, las 5 primeras en el primer corte y de la 6 a la 9 en el quinto y último tema del disco. Armónicamente genial, un tema donde los sintetizadores (en paz descanse el señor Wright, de mis teclistas favoritos) y los saxofones (tanto alto como tenor) cobran protagonismo, donde se suceden los cambios de intensidad, dando ese "color" o "brillo" tan particular, los solos de guitarra de Gilmour, tan excelentes y cargados de feeling, cerrando con arpegios que terminan con un fade out (desvaneciéndose lentamente) hasta dar paso al siguiente tema, Welcome to the Machine, una pieza pausada y con abundante presencia de los sintetizadores, con un aire abrumador. Ojead el videoclip, es una maravilla, desgarrador y violento como ninguno. La máquina succionadora que es la industria musical, puesta a caldo con maestría. Continuamos con Have a Cigar, presidida por la voz de Roy Harper, un tema muy rockero (¿Animals, 1977, alguien?) donde destacan los riffs de bajo y guitarra, acompañados por la batería, donde las lastimosas líneas vocales juegan un papel crucial, claro, esta voz es nueva en la banda, le da algo distinto. Es el tema más corto, en torno a cinco minutos, mostrándonos la faceta más directa de la banda.
Los dos últimos temas merecen un párrafo aparte, como podéis ver. En primer lugar, vamos a hablar de Wish You Were Here, que enlaza directamente con la anterior, con sonidos poco nítidos a propósito hasta que suena Gilmour. Grabada con una guitarra de doce cuerdas, esta pieza acústica se convirtió, por derecho propio, en una de las canciones más reconocidas de la banda, y eso es decir mucho, por su capacidad de conmover, su letra, y la delicada voz de Gilmour, que además de ser un guitarrista extraordinario, acaricia oídos con su voz que da gusto. Descorazonador:
So, so you think you can tell heaven from hell,
blue skies from pain.
Can you tell a green field from a cold steel rain?
A smile from the veil? Do you think you can tell?
Did they get you to trade your heroes for ghosts?
Hot ashes for trees? Hot air for a cool breeze?
Cold confort for change? And did you exchange
a walk on part in the war for a lead role in a cage?
How I wish, how I wish you were here.
We´re just two lost souls swimming in a fish bowl,
year after year,
running over the same old ground.
What have we found? The same old fears.
Wish you were here.
La canción cierra con un solo de violín casi imperceptible, así que hace falta prestarle muchísima atención para no perder detalle, dicha sección de viento enlaza con el final del disco, las partes VI-IX de, otra vez, Shine On You Crazy Diamond. Otra progresión lenta, con alternancia entre guitarras, y las armonías vocales situadas a mitad de la canción, terminando con una pequeña parte de la melodía de See Emily Play, uno de los temas de Barrett para la banda, editado como single en el 67. Conforma mi teoría de que el disco es tanto una mirada adelante como un vistazo atrás, compuesto por un puñado de visionarios que nos deleitaron con alguna de la mejor música que se puede escuchar. Un broche de lujo con unas letras geniales, fruto del talento (y también del ego) de Roger Waters.
Con esto termino la reseña, espero que os haya gustado. Un saludo, y hasta que vuelva a subir algo. Por cierto, en discos como este es un crimen poner "mejores temas".
jueves, 15 de diciembre de 2011
Road Salt Two - Pain of Salvation [2011]
Bu. Vuelvo para subir uno de los discos que más he escuchado de este año 2011, de una de las bandas que ha entrado de sopetón entre mis favoritas, a las cuales pude ver en directo con una buena participación de su último trabajo. Estoy hablando, por supuesto, de los suecos Pain of Salvation, capitaneados por el carismático Daniel Gildenlöw.
Los barbudos dominaremos el mundo, y eso es así.
Cualquiera que conozca a la banda sabe que la reinvención y el eclecticismo son dos de las señas de estos geniales escandinavos. Road Salt Two continúa con esta tendencia, pese a ser la continuación de otro disco, Road Salt One, no se limita a seguir la estela de su predecesor, un disco de Rock de corte setentero, con toques Progresivos, de Blues, de Jazz y Hard Rock. Nos topamos con una base de Rock duro y añejo, cierto, pero con elementos Progresivos muchísimo más notables, más Folk, y con menor presencia de Blues y Jazz, que prácticamente se borran del mapa. A día de hoy, y tras casi 3 meses de escuchar el disco, sigo sin poder elegir entre uno de los Road Salt. Si es que cuando la calidad es alta...
Bueno, al ajo. Road Salt Two es otra placa en su brillante discografía, profundo, complejo y creativo, en ningún momento suena a refrito setentero. A grandes rasgos, podríamos decir que suenan a los Pain of Salvation de su mejor época progresiva pasados bajo el filtro de su disco anterior. ¿A qué se traduce esto? A muchas, muchas guitarras: dobladas, contundentes, melódicas, muchas acústicas, con algunos momentos complejos, pero en general apostando por la sobriedad y el buen hacer de su disco anterior. A lo largo de los 12 cortes, intro incluída, nos topamos con todos los estilos antes mencionados: apertura Folkie con Road Salt Theme, que nos introduce Softly She Cries, en la línea de No Way del disco anterior, directa, con garra y cañera, con un bajo muy pesado y teclados muy psicodélicos. Atención a las líneas vocales, que son geniales (luego hablaré en mayor profundidad de la voz de este hombre). La clasicorra Conditioned, To The Shoreline, otro tema Folk, sintetizadores bien escogidos... pero lo interesantísimo llega ahora. Eleven muestra la faceta Progresiva/Psicodélica de la banda, voces sumidas en letargo, una segunda mitad complejísima, que parecen improvisaciones... 1979, una balada que mira al pasado, vocalmente también de lo mejorcito, y otra bestialidad a nivel vocal, pausada, rítmica, pero muy potente, Mortar Grind. The Deeper Cut y el tema más largo, The Physics of Gridlock, rozando los nueve minutos de duración, demuestran el buen hacer técnico de la banda, arrancadas de potencia, crescendos, abundantes cambios de ritmo, una percusión netamente Jazz como es el caso del primer tema, una parte recitada en francés y hasta un guiño a Tom Waits... y así hasta cerrar con End Credits. Todo pasa deprisa ya que la calidad nunca decae, con sus puntos altos, pero no hay espacio para flaquear. Es de elogiar que tras una carrera tan amplia sigan ofreciéndonos discos de esta calidad.Variado, profundo, emotivo (atención a las conexiones entre música y letras, realmente estudiadas) y adictivo, con muchos matices, buenos arreglos y exquisitos teclados.
Ahora sí, nos podemos poner a analizar la voz de Daniel. Parto con la base de que en directo suena incluso mejor con estudio, por lo tanto, me tomo total libertad para alabar sus virtudes: rango vocal impresionante, que van desde notas graves y blueseras, agudos que hacen palidecer a muchos otros cantantes de Metal y Rock, un dominio del falsete genial, un vibrato exquisito, buen levante, pura técnica, gritos desgarradores (aparte de voces realmente gritadas en unos pocos temas), y todo alternado de manera natural. En directo lo clava, lo aseguro. Una de las mejores voces en lo que al Rock contemporáneo se refiere. Johan Hallgren en los coros no le va a la zaga, doblando la voz del vocalista principal y dando muchísimo cuerpo al conjunto final, cosa que se aprecia mucho mejor en directo que en estudio.
Con esto finalizo la reseña del Road Salt Two, uno de los mejores discos que he escuchado este año. No tengo ni idea con qué nos obsequiará esta gente en un futuro, tras las bajas tras esta última gira de Johan Hallgren (guitarra/segunda voz) y el teclista Fredrik Hermansson. Una auténtica lástima, pero solo queda esperar, de momento, su último trabajo cumple con nota muy alta. Un saludo y gracias a todos los que hayáis leído esta reseña.
Mejores temas: Softly She Cries, Eleven, 1979, Mortar Grind y The Physics of Gridlock.
lunes, 12 de diciembre de 2011
Triana - El Patio [1975]
¿Sabéis que me encanta el Rock Progresivo? Me parece un género donde puedes encontrar buena música a cascoporro, músicos increíblemente versátiles y composiciones que juntan lo mejor de varios géneros, mezclando el sentimiento con la técnica de sus intérpretes, además de un trabajo lírico ejemplar detrás. Aquí os voy a mostrar un disco semidesconocido, por suerte, los que somos de habla hispana lo conocemos mejor, pues está hecho entre nuestras fronteras. Concretamente en Andalucía. Hablo, claro está, de uno de los mejores trabajos (si no el mejor) jamás editados en este país en lo que a música contemporánea se refiere, el debut de Triana, El Patio.
A mitad de los 70 el género estaba más vivo que nunca, pese a la separación de King Crimson en 1974: Pink Floyd sacaban el magnífico Wish You Were Here este mismo año, la explosión del Krautrock (NEU! y Triumvirat sacan disco también), Pavlov´s Dog, el guitarrista de Genesis Steve Hackett iniciaba su carrera en solitario... mientras que, en una España donde el franquismo daba sus últimos coletazos, se empezaba a fraguar una enésima fusión dentro del Rock Progresivo, el Rock Andaluz, mezclando Rock Progresivo (con ciertos elementos sinfónicos que en el caso de Triana se acrecentarían con los discos) con Flamenco. Una de las primeras bandas fue, obviamente, Triana. El disco debut de estos andaluces se ha convertido por derecho propio en uno de los trabajos más importantes editados por aquí. Vamos a ver:
Las tonalidades flamencas de este disco son notables, por los punteos de guitarra española de Eduardo Rodríguez Rodway, tan aflamencados y notables, dando color a un disco con personalidad propia, las palmas y, sobre todo, las líneas vocales del malogrado Jesús de la Rosa, con su notable acento andaluz y su cante jondo heredado del Flamenco, sin necesitar de una gran técnica para lograr su objetivo: llegarte al alma, con esa profundidad y sentimiento tan característicos, aparte de sus habilidades para las teclas, con atmósferas bastante Pinkfloydescas. Las letras recurren a paisajes, a la naturaleza, al folklore andaluz, usando metáforas sencillas y austeras(esto es poesía y no lo que hace Marea, cojones), sin excesivos adornos. Belleza entremezclada con melancolía, alma flamenca en ritmos de Rock Progresivo de alta alcurnia.
En cuanto al resto del plantel, no se quedan mancos, en Triana se reunieron algunos de los mejores músicos del momento por aquí. Juan José Palacios, "Tele", batería, también fallecido, con su habilidad para los redobles y los solos, una técnica bastante jazzera, marcando bien los acentos, Manolo Rosa al bajo y un segundo guitarrista, con la eléctrica, Antonio Pérez. 40 mintuos de magia repartidos en 7 temas, empezamos con la larguísima Abre La Puerta, casi 10 minutos de gloria, folklore andaluz, un buen solo de batería, y la guitarra eléctrica, también muy Floyd. Sé De Un Lugar, uno de los temas más hermosos y sentidos cantados en castellano, con esos aullidos flamencos, y un instrumental que poco tiene que envidiar a los gigantes británicos del estilo, la preciosista y muy progresiva Luminosa Mañana, con esos juegos de teclado donde Jesús de la Rosa se destaca como un teclista competente, la archiconocida En El Lago, los suaves rasgueos de guitarra de Recuerdos De Una Noche para cerrar un disco memorable, uno de los mejores debuts, no solo de este país, sino de la historia del Rock.
Un puñado de temas memorables que nos recuerdan que en este país se ha hecho música de un nivel altísimo. Una referencia para todo el Rock español, sea Progresivo, Andaluz, influyente en el ámbito del Flamenco Nuevo... una joyita. Sus dos siguientes discos también son muy recomendables y de gran calidad, especialmente Hijos del Agobio, pero no alcanzan el nivel de esta maravilla.
Con influencia del Progresivo inglés, nos deleitaron con una de las mejores joyas de un estilo ya de por sí muy rico, con un sello muy personal y de sabor netamente andaluz. Años después de que la formación original se separase en 1983, por un desafortunado accidente de tráfico que acabó con la vida del cantante y teclista Jesús de la Rosa, la leyenda de Triana perdura. Espero que os hayan gustado tanto el álbum como la reseña, y gracias por vuestros minutos. Un saludo, y hasta la próxima.
Mejores temas: Abre La Puerta y Sé De Un Lugar están por encima del resto, impresionantes canciones.
viernes, 9 de diciembre de 2011
Kanye West - My Beautiful Dark Twisted Fantasy [2010]
No es que sea yo el mayor amante del Hip-Hop que pulula por Internet, pero, por recomendación personal, y tras haber leído mucho sobre el disco, decidí echarle una escucha (más bien unas cuantas) al último disco de Kanye West (descontando el que sacó este mismo año con Jay Z), My Beautiful Dark Twisted Fantasy. Aquí se conjugan géneros de los cuales no soy muy aficionado, el mismo Hip-Hop, vocalizaciones extraídas del Soul y el RnB contemporáneo, con cosas que me gustan más, Electrónica en plan ambiental, sintetizadores, teclados, elementos de Art Pop. Eso, y un puñado de colaboraciones, nombres desde Rihanna (su música no me gusta una mierda, para que negarlo), Nikki Minaj, Jay-Z mismo, Kid Cudi, Elton John y Bon Iver, entre otros nombres. Con todos esos ingredientes, sumado a la arrogancia y perfeccionismo de un artista tan adorado como odiado en los States, de aquí puede salir una bomba de relojería. West se retiró a Hawaii para grabar lo que sería este disco, aquejado de la presión mediática a la que se veía sometido.
Hablemos de música y de letras. La premisa del disco es una especie de "Apocalipsis" del siglo XXI en clave de ghetto. Es decir, aquí no hay referencias bíblicas, ni ciencia ficción, no, realismo puro y duro, crudeza, rapeos crueles, humor negro (nunca mejor dicho), una combiniación envuelta en un halo de prepotencia, ciertamente. Kanye es bueno, lo sabe y no se corta un pelo a la hora de expresar la decadencia de la sociedad norteamericana, cosa que queda retratada sobre todo en los dos últimos cortes: Lost In The World y Who Will Survive in America. El disco trata sobre problemas contemporáneos con una honestidad brutal, y mucha sátira, mencionando a compañeros de profesión como Leona Lewis o Céline Dion, o la misma muerte de Michael Jackson. Enamorarse de una estrella del porno, sexo, drogas, violencia, un mundo de locos, crítica social a saco, desigualdades entre los de arriba y los de abajo... y en el centro de todo, él.
Sobre la música, se pueden decir muchas cosas. No se trata de un disco de Hip-Hop medio, rapeo sobre una base repetitiva y melódica, no, es un disco repleto de matices. En las bases nos encontramos cosas como Bon Iver , el cual también colabora en el álbum, Mike Oldfield en el primer corte, Dark Fantasy, con estrofas extraídas de In High Places, o King Crimson en Power, uno de los puntos álgidos del disco, con esos coros tan "africanizados" de fondo y un estribillo lento, arrasador. 21st Century Schizoid Man, concretamente, muy adecuada a la temática del disco y de la canción. El trabajo de coros en la misma es espectacular, pero eso se podría extender a casi todo el disco. All Of The Lights, un corte mucho más Pop, con gente como Elton John al piano, Alicia Keys, John Legend, la misma Rihanna o Fegie de los Black Eyed Peas (este grupo ya reconozco que me da una grimaca bestial). El instrumental es muy bueno, sobre todo la percusión, que me parece una sobrada, y ese trasfondo "épico" con sintetizadores, cuerno y trompetas, por encima de las voces. Monster es macabra, directa y vomitiva, en el mejor sentido de la palabra, Hell Of A Life, excesos, porno y bestialidad, con un guiño descarado a Iron Man de mis queridísimos Black Sabbath, y partes electrónicas que suenan hasta progresivas, también de mis canciones favoritas. Casi una mención aparte merece Runaway, no porque su actuación en directo incluyese bailarinas de ballet (se nos va la pinza), sino porque dura 9 minutos, algo extraño en el estilo, con una base muy buena, muy electrónica, teclado y una especie de solo de vocoder al final, muy atmosférico y con voces muy relajadas, en contraste al apartado lírico. Como me dijo el que me recomendó el disco, ¿Hip-Hop progresivo? Bizarro, pero la etiqueta no andaría lejos de definir a este trabajo.
En definitiva, un disco que se sale de la media, de lo típico, cuya variedad, producción y profesionalidad dan un resultado interesante para cualquiera, seas amante o no de los estilos que aquí se cruzan, como ha sido mi caso. A partir de aquí, solo queda decir que algún día me pondré con la rama más bizarra y experimental del estilo, fuera de Dälek (muy recomendables), y que recomiendo el disco a todo amante de la música. ¿Es un disco comercial? No sé yo, aquí hay material complejo, hay cosas más accesibles y con artistas populares de la música comercial actual, pero temas de 9 minutos con pasajes electrónicos densísimos, meter instrumentos poco comunes en el Hip-Hop (cuernos, trompetas), buen uso de teclados, y los rapeos propios del estilo, donde West se erige como un portavoz, una mente creativa que propone un cambio. En la década actual, lo más importante no es hacer revivals de los grandes artistas del pasado, sino proponer cosas nuevas, con una lista de colaboraciones variadísima y bases que me han sorprendido bastante. Aquí, esa meta se cumple y con muy buena nota.
Con esto termino la reseña, ya que poco puedo añadir por mi falta de conocimiento sobre el propio estilo. Espero que os haya gustado la reseña, y si no lo habéis escuchado, hacedlo y me contáis. La gran pega: portadas se lanzaron varias, esta en teoría es la original, simbólica, pero me parece fea con avaricia.
Mejores temas: Power, Monster, Runaway y Hell Of A Life.
Porque Kanye West también se apunta a las Rodyfotos. Thumbs up, niggas!
Hablemos de música y de letras. La premisa del disco es una especie de "Apocalipsis" del siglo XXI en clave de ghetto. Es decir, aquí no hay referencias bíblicas, ni ciencia ficción, no, realismo puro y duro, crudeza, rapeos crueles, humor negro (nunca mejor dicho), una combiniación envuelta en un halo de prepotencia, ciertamente. Kanye es bueno, lo sabe y no se corta un pelo a la hora de expresar la decadencia de la sociedad norteamericana, cosa que queda retratada sobre todo en los dos últimos cortes: Lost In The World y Who Will Survive in America. El disco trata sobre problemas contemporáneos con una honestidad brutal, y mucha sátira, mencionando a compañeros de profesión como Leona Lewis o Céline Dion, o la misma muerte de Michael Jackson. Enamorarse de una estrella del porno, sexo, drogas, violencia, un mundo de locos, crítica social a saco, desigualdades entre los de arriba y los de abajo... y en el centro de todo, él.
"I guess every superhero needs his theme music".
Sobre la música, se pueden decir muchas cosas. No se trata de un disco de Hip-Hop medio, rapeo sobre una base repetitiva y melódica, no, es un disco repleto de matices. En las bases nos encontramos cosas como Bon Iver , el cual también colabora en el álbum, Mike Oldfield en el primer corte, Dark Fantasy, con estrofas extraídas de In High Places, o King Crimson en Power, uno de los puntos álgidos del disco, con esos coros tan "africanizados" de fondo y un estribillo lento, arrasador. 21st Century Schizoid Man, concretamente, muy adecuada a la temática del disco y de la canción. El trabajo de coros en la misma es espectacular, pero eso se podría extender a casi todo el disco. All Of The Lights, un corte mucho más Pop, con gente como Elton John al piano, Alicia Keys, John Legend, la misma Rihanna o Fegie de los Black Eyed Peas (este grupo ya reconozco que me da una grimaca bestial). El instrumental es muy bueno, sobre todo la percusión, que me parece una sobrada, y ese trasfondo "épico" con sintetizadores, cuerno y trompetas, por encima de las voces. Monster es macabra, directa y vomitiva, en el mejor sentido de la palabra, Hell Of A Life, excesos, porno y bestialidad, con un guiño descarado a Iron Man de mis queridísimos Black Sabbath, y partes electrónicas que suenan hasta progresivas, también de mis canciones favoritas. Casi una mención aparte merece Runaway, no porque su actuación en directo incluyese bailarinas de ballet (se nos va la pinza), sino porque dura 9 minutos, algo extraño en el estilo, con una base muy buena, muy electrónica, teclado y una especie de solo de vocoder al final, muy atmosférico y con voces muy relajadas, en contraste al apartado lírico. Como me dijo el que me recomendó el disco, ¿Hip-Hop progresivo? Bizarro, pero la etiqueta no andaría lejos de definir a este trabajo.
En definitiva, un disco que se sale de la media, de lo típico, cuya variedad, producción y profesionalidad dan un resultado interesante para cualquiera, seas amante o no de los estilos que aquí se cruzan, como ha sido mi caso. A partir de aquí, solo queda decir que algún día me pondré con la rama más bizarra y experimental del estilo, fuera de Dälek (muy recomendables), y que recomiendo el disco a todo amante de la música. ¿Es un disco comercial? No sé yo, aquí hay material complejo, hay cosas más accesibles y con artistas populares de la música comercial actual, pero temas de 9 minutos con pasajes electrónicos densísimos, meter instrumentos poco comunes en el Hip-Hop (cuernos, trompetas), buen uso de teclados, y los rapeos propios del estilo, donde West se erige como un portavoz, una mente creativa que propone un cambio. En la década actual, lo más importante no es hacer revivals de los grandes artistas del pasado, sino proponer cosas nuevas, con una lista de colaboraciones variadísima y bases que me han sorprendido bastante. Aquí, esa meta se cumple y con muy buena nota.
Con esto termino la reseña, ya que poco puedo añadir por mi falta de conocimiento sobre el propio estilo. Espero que os haya gustado la reseña, y si no lo habéis escuchado, hacedlo y me contáis. La gran pega: portadas se lanzaron varias, esta en teoría es la original, simbólica, pero me parece fea con avaricia.
Mejores temas: Power, Monster, Runaway y Hell Of A Life.
jueves, 8 de diciembre de 2011
Stories From The City, Stories From The Sea - PJ Harvey [2000]
Anda, lavado de cara al Blog, entre otras cosas. Ahora, ciñámonos a lo que es el artículo: Ya sé que es un género que no suelo subir por varios motivos, que si me gustan bastante poco las voces femeninas, que si le pega más a mi compañero y blablabla. Da igual, llevo meses escuchando esta pequeña maravilla y empapándome con la música de la señorita Polly Jean, PJ Harvey para los amigos. A los que este nombre os suene a chino, os la presento un poco: cantautora inglesa nacida en el 69 (por favor, obviad los chistes fáciles) que se metió al Rock a comienzos de los 90, siendo una pieza clave en toda la movida alternativa y lo que llaman Indie.
Tampoco os he hablado mucho de su trayectoria, tiene ya unos cuantos (ocho, si mal no recuerdo, siendo este el quinto y el último de este año, gloria bendita) discos de estudio a sus espaldas, y una de las cosas más interesantes, y para mí, admirables, de su carrera, es el eclecticismo y la capacidad de variar de álbum a álbum. Soy uno de esos que piensa que, salgan mejor o peor, un artista debe evolucionar. En su trayectoria nos encontramos con Indie, Rock Alternativo, alguna pincelada de Grunge en los dos primeros discos, Blues muy suyo, Folk, Pop, mezclas de estilos raras... un cielo de chica, vaya.
Después de la presentación pertinente, toca desgranar el contenido del álbum, uno de los discos más populares de su carrera y el segundo más vendido (aclaro que para mí las ventas no indican calidad, pero es un dato, como todos). Harvey avisó que iba a ser un disco de carácter más Pop. Bueno, la verdad es que no posee el mismo halo de pesimismo y oscuridad de sus primeros trabajos, ni la distorsión y ese toque de Blues oscuro de To Bring You My Love, pero mantiene un sello de calidad altísimo, de hecho, es mi disco favorito de esta artista.
Repasemos así un poco por encima la distribución numérica y temática de los 11 cortes que componen el disco: Big Exit es un cañonazo de salida, muy melódica pero muy potente, desarraigada (echad un ojo a las letras, que desempeñan un papel importantísimo). Good Fortune, en cambio, es un tema mucho más Pop, tanto en estructura, construcción de las melodías, como en el mensaje, muy optimista, irradia felicidad. Joder, esa canción define mis últimos meses de vida, otro temazo. De ahí en adelante, el disco torna ligeramente más pesimista, más calmado, salvo en esa arrancada de velocidad que es Kamikaze o otro tema más Pop, This is Love. One Line o, ese temazo con una colaboración estelar, Thom Yorke, vocalista de Radiohead (a estos los conoceréis sí o sí, supongo), que es This Mess We´re In, semejante lío, temazo en clave de sueño imposible.
En este disco, con muchos guiños a la ciudad de Nueva York y a todo lo que representa, la música, las letras y la voz juegan a conmover, a emocionarnos. Esa alternancia de emociones, acompañada y en cierto modo, provocada, por los cambios de registro, entre semifalsetes, notas graves, susurros y voces más corrientes (no canta mal la mujer, y eso que a mí las voces femeninas...) son el motor del álbum. Íntimo, como ella, pero mucho más alegre que sus primeros discos, eso se nota en la música, y de qué manera.
No os aburro mucho más y voy pensando en concluir la reseña. Espero que os haya gustado la reseña y que, a los que no conocieseis el disco, os haya gustado también, por supuesto. Un saludo a todos los que hayan leído este artículo, por eso de invertir vuestro tiempo y tal.
Mejores temas: Big Exit, Good Fortune, The Whores Hustle and the Hustlers Whore, This Mess We´re In, This Is Love.
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