sábado, 28 de abril de 2012

The Call - Angelus Apatrida [2012]

Más Thrash Metal de éste año para seguir con la línea de novedades. Antes de nada, recomendaros la, como siempre, gran reseña de mis compañeros de El Lado Oscuro de la Luna, que reseñaron el disco recientemente, y claro, dos reseñas son siempre mejor que una. Una vez hecha la referencia, más que necesaria, sigo en mi línea de presentaros novedades, y ésta vez el disco es nacional. Como veréis en un comentario que he dejado por ahí, mi segundo disco nacional favorito del año. El primero... ya lo veréis, ya. A estas alturas de la película a nadie que conozca el Metal patrio le resulta ajeno el nombre de los albaceteños Angelus Apatrida, y no es para menos, puesto que han alcanzado unas cotas de popularidad que empieza a trascender fuera de nuestras fronteras. Yo, que he tenido el placer de verlos en directo y de hablar con alguno de ellos un par de veces (por encima, vale, pero ha quedado muy épico), me alegro, que me parecieron gente maja y tal, además de que su discografía es un ejemplo de mejora, disco tras disco. Ahora os cuento, y ahora, la foto chachi de rigor:


Vale, los orígenes de la banda se remontan a principios de la década, pero no debutan hasta el año 2006, con un Evil Unleashed en mitad de una nueva ola de revival de Thrash Metal, con influencias marcadas de Testament, Megadeth y Pantera, por nombrar tres bandas clásicas. Give ´Em War (2007, y empecé a seguirlos con éste) mostraba una banda mejor engrasada, con temas que ya sobresalían y un sonido algo más personal. Luego llega el fichaje por Century Media, el reconocimiento fuera de España y Clockwork (2010), que permanece como uno de mis discos de Metal patrios favoritos. Éste The Call es su cuarto trabajo, y el resto os lo cuento ahora. ¿Que si me ha gustado? Si lo encuentro cae fijo.

Podemos hablar de evolución lógica en todos los aspectos, tanto musicales como líricos. Las letras siguen tratando temas mayormente sociales, u otros típicos en el Thrash, con un pequeño plus de madurez que luego os comento. Musicalmente, hay una variedad superior a la media del género, y cambios importantes. El primero, esto ya no es Thrash Metal "y ya está". Sigue siendo un disco de Thrash, pero en general tiene un punto más moderno, más Groove (en la línea de Machine Head, que son de lejos mis favoritos del estilo), si bien de primeras no me entusiasmó ese toque, yo que tiro más al Thrash veloz y agresivo, con el tiempo entra bien, hay tesituras más clásicas, y en general los avances técnicos se hacen notar, hay partes de mayor complejidad, rozando el Technical Thrash o incluso secciones Progresivas, y yo que soy progfan reconocido, pues lo agradezco. Otro cambio en general es la voz de Guillermo, que suena más aguda, y éste cambio no me mata, la verdad, con lo corrosivo que sonaba en Clockwork, pero también sonaba más natural. Aun así, del trabajo vocal no tengo quejas, únicamente del timbre. Eso es todo amigos. Eso, y que los 10 temas dan para hablar unos cuantos párrafos más:

You Are Next fue el tema adelanto y es el primer tema, esta vez sin intros, y aquí mentiría si dijese que el tema me enganchó a la primera, hay partes más modernas y algo más machaconas que de primeras no me mataron. Me hizo falta adaptarme un poco, pero eh, os cuento: intro ligeramente melódica, pero amenazadora, muy del rollo de Slayer a finales de los 80, hasta que entran los riffs, contundentes y con un puntito de técnica mayor. La voz suena más aguda y para mi gusto menos natural, pero igualmente agresiva. Mis quejas terminan aquí, ahora toca decir lo bueno: contundente en partes lentas y rápidas, variado, secciones técnicas y pedazo de solo. Cambios de ritmo bien ejecutados, doble bombo a saco... la parte rítmica es espectacular, y el campo que más mejoras presenta en su nuevo disco. At The Gates of Hell continúa, este tema es ligeramente más directo pero no tan veloz. Me explico, de nuevo las guitarras características de la banda marcan la pauta a seguir, un medio tiempo agresivo y con algunas secciones melódicas, con un trabajo rítmico bárbaro. Lo mejor, de lejos, el solo y la parte de antes, adoro ese tono de guitarras. Si echabais de menos algo de velocidad, Violent Dawn os encantará. El tema es muy del estilo de su obra anterior. Thrash directo, veloz, y en modo "somanta de hostias", no necesita mucha carta de presentación, aquí la voz me gusta más que en otros temas, si eso lo comento, está más trabajada y suena más natural.

It´s Rising! merece mención aparte. Musicalmente cabalga a medio camino entre un riff de Thrash Metal y algo más de corte Heavy/Speed, muchos lo comparan con Judas Priest por los altos tonos vocales en el estribillo, agudos ejecutados con soltura, a mí me suena más a los suecos Enforcer, que son una banda actual, ojo, opinión personal. Si recordamos los orígenes del grupo, estos tintes más Heavies no deberían resultarnos tan novedosos, pero el tema los mejora, y bastante, amén de un final que rompe con ésto, una sección mucho más abrasiva guiada por el bajo. Blood on the Snow es de mis favoritas personales, y el motivo es bastante evidente: cambios de ritmo e intensidad. Sí, soy un apasionado de estas cosas. El riff de inicio nos despista, pero la vorágine de después nos confirma que nos encontramos ante uno de los mejores temas del disco. Los riffs entrecortados y casi guiados por la batería son de lo mejor de su catálogo. El estribillo me parece muy bueno, y aunque el tema no pierde esa sensación de vértigo, los cambios están bien llevados y son perceptibles.

Killer Instinct es otro "tema retro", muy similar a su disco anterior (a lo mejor del disco anterior, cabe decir), con temática crítica al maltrato de la mujer (os sonará Vomitive, vaya). Un puntito a Megadeth se dibuja en las guitarras, lo cual no es malo en absoluto, y añado que a estas alturas Angelus Apatrida suenan más a ellos que a cualquier otro grupo, si eso suenan algo más afiladas. La voz abandona un poco ese histrionismo de los primerísimos cortes y suena más a mi gusto, pero dejo ya de hablar de la voz, ya lo escucharéis vosotros y opináis. Gran canción, en términos generales. The Hope is Gone equivale a otra dosis de Thrash veloz, con partes de batería muy buenas, y matices en las guitarras que hacen que la destaque por encima de otros cortes, y qué solo, madre mía. Si bien el nivel del disco en general es bastante bueno, he de decir que al final parece hasta ganar, ya veréis por qué lo digo. Thrash Metal de alto nivel, y es que de todo el revival, los albaceteños me parecen los más interesantes y personales, quitando Vektor, que tampoco es Thrash al uso y no los meto en el mismo saco. Eso, efectivamente, es bueno. Fresh Pleasure tiene un guiño que me encanta, y es un sample de Clockwork, del tema título, que es de mis favoritos, luego suena una lata (es de suponer que de cerveza), y hala, himno a la misma bebida, en la onda de Tankard. Yo que bebo bien poco, soy aficionado a la misma, pero eh, esto va de música. Musicalmente es Thrash algo más directo, y más sencillo. El mayor atractivo es el doble asalto vocal, el Polaco por un lado aporta la voz más Thrash, más aguda , Hugo Andrade (de la banda portuguesa de Groove Metal Switchtense) pone una voz semigutural y que contrasta, con un timbre más grave. No conocía al grupo, pero me gusta la voz del hombre.

Todavía quedan dos temas, y en verdad os digo que son mis favoritos del disco, y tarde o temprano de la banda, o por ahí andará. Still Corrupt es la continuación directa de Corruption de su segundo disco, tanto en temática (crítica a la clase política, por cierto, memorable el Same shit, different toilet). Y cómo canta Polaco, madre mía. La parte media bebe del mismo riff, el final es el mismo que el tema anterior, pero actualizado. Y esperad a llegar al solo, o más concretamente, al 3:12. Dios, esa parte de guitarras me apasiona, muy progresivo/técnico, antes de rememorar el final de Corruption. Mágico, ¿verdad? Pues todavía queda el que considero que es el tema más ambicioso que jamás hayan compuesto. Agarraos que vienen curvas, dura más de 7 minutos y se llama Reborn. Empieza tranquilo, dibujando riffs más bien lentos. Si pensáis que me gusta tanto por ser un tema cantado a la antigua usanza (soy pesado, pero eh, lo que me gusta más lo señalo, lo que no tanto, también), partes de guitarra más técnicas y progresivas (y con un tono que enamora a la primera escucha) , una cierta aura épica, un estribillo fenomenal y algo más clásico, buena letra y cambios de ritmo por un tubo, habéis acertado de pleno, todo ello sin perder la capacidad de agresión, un buen solo (aunque no el mejor del disco, ya sería...), tema redondo para cerrar el disco.

Ahora quedan las odiosas comparaciones. ¿Es su mejor disco? Me cuesta decidirme entre éste y el anterior, que tenía un sonido más clásico y lo que os he ido diciendo, aparte de que me gustaba más la producción en general, pero éste es más técnico, más variado, más complejo y más ambicioso. El caso es que siguen progresando y, lo que es más importante, evolucionando sin perder calidad, cosa que valoro mucho. Solo queda recordaros que leáis la otra reseña que he enlazado al principio y que os hayan gustado, y sobre todo, disfrutéis del disco y, recomendación personal, en vivo ganan mucho. Un saludo a todos. Y sí, la portada está bastante guapa, pero me gusta más la anterior.


miércoles, 25 de abril de 2012

The Electric Age - Overkill [2012]

La verdad es que esta reseña se parece en cierta medida a la anterior: banda ya conocida por el blog como son Overkill, de los cuales subí hace no mucho mi favorito, The Years of Decay, y en éste caso os presento su trabajo más reciente, de nuevo uno de mis favoritos del año (aunque en líneas generales, creo que mi favorito sigue siendo Weather Systems, con pequeñas concesiones a cierto disco español salido hace bien poco). Pero bueno, son otros géneros, esto ya es un disco de Metal, Thrash Metal concretamente. Hace unos años era bastante más aficionado al estilo de lo que soy ahora, pero el disco hizo que recuperase un poquito el género, y la verdad es que motivos hay para ello. ¿Listos para adentraros en The Electric Age?


Para hablar de la actualidad de Overkill, es completamente necesario hablar de lo que supuso Ironbound hace dos años, devolviendo a la banda a la primera línea de lo suyo. Siempre han estado entre las mejores bandas del Thrash, en términos de popularidad si eso no tanto. Thrash varios años y discos de coqueteos con el Groove (ya os dije que este período intermedio lo tengo más leído que escuchado, quitando algún disco, me merezco un tirón de orejas), Ironbound supuso en buena medida el retorno de los Overkill más thrashers, bueno, más o menos, ya que en ese disco había una variedad de tempos amplia, temas algo más lentos, arrancadas de velocidad al más puro Speed Metal/NWOBHM y el Thrash a medio tempo característico de ellos, el caso es que está considerado como su mejor disco en bastante tiempo, demostrando una buena forma excepcional para una formación que por aquel entonces cumplía 30 años. ¿Está su continuación a la altura?

Francamente, sí. A grandes rasgos, es un disco más directo, prácticamente nada Groove (el disco anterior algunos riffs así tenía, cosa que no empañaba para nada el acabado general del disco). En su contra decir que pierde algo de variedad, ganando en inmediatez y un poquito de mordiente. Para mí están al mismo nivel, igual me gusta un poco más éste, pero por ahí van parejos. De los temas hablaré ahora, no os preocupéis, solo repasar los arquitectos del sonido Overkill de estos últimos discos: Bobby "Blitz" Ellsworth como siempre a las voces, D.D. Verni al bajo, la pareja de hachas integrada por Derek Tailer y Dave Linsk perpetran uno de los mejores trabajos de riffs y solos de los que cualquier banda de Metal podría presumir a día de hoy, y Ron Lipnicki a las baquetas, con una consistencia enorme y un trabajo destacado. La producción a cargo de Peter Tägtgren (Hypocrisy) es realmente buena, y el hecho de contar con un sello potente como Nuclear Blast ayuda bastante. Las críticas a lo largo y ancho del globo han sido, generalmente, bastante positivas. La mía... ¡vamos a verla!

Una intro de batería totalmente marcial, amenazadora, un ritmo sólido e impenetrable, van entrando tímidas cuerdas de fondo... poco a poco, el efecto está conseguido, y en torno al minuto y poco... bajo a todo volumen, las dos guitarras a repartir riffs, y hala, empezamos con Come and Get It. Thrash a medio tiempo, afilado, contundente y muy inmediato. El estribillo es realmente sensacional, posiblemente mi favorito del disco, con unos coros contundentes y los agudos de Blitz, que alcanza tonalidades muy altas en algunos versos. Gran tema para empezar, si a eso les sumamos el buen cambio de ritmo del final (ojo a los coros y al serpeante bajo), un par de detalles más técnicos en la batería, y un solo dentro de los cánones, tenemos clásico instantáneo, espero que tenga peso en su repertorio futuro. El segundo corte, Electric Rattlesnake, ya lo conocíamos de antes, éste no es tan inmediato por algunas pausas, pero mantiene la fórmula: bajo alto, doble bombo echando humo y riffs, si eso ya cambia un poco la velocidad desde el principio, y ya en el estribillo va a altas revoluciones, ese Thrash de primerísima ola que popularizaron los primeros Exodus o Metallica en sus respectivos debuts, tiene aquí sus destellos, obviamente, con el sello Overkill, que aquí tenemos una trayectoria, como para ir copiando a otras bandas. Se trata de otro tema largo que sobrepasa los 6 minutos, con tesituras algo más tradicionales y melódicas en la segunda parte del tema (esa variedad que tanto agradezco...), con notas más bajas en lo que a voz se refiere. El solo de rigor, clavado y preciso, antes de cerrar el tema con otra sucesión de riffs veloces.

Wish You Were Dead,  abre con una intro a base de riffs más discretos, grito estremecedor, y aumento de tempo. Éste tema cabría perfectamente en su anterior disco. Más rítmico y ligeramente más Groove, tampoco mucho, Thrash a medio tempo con algún que otro tinte moderno, la batería aquí suena nítida y realmente poderosa. Es un tema más lineal, y más corto, poco más de 4 minutos de tralla, con el solo de rigor, aquí muy cortito. Vehemente, directo y ya. Black Daze tiene una intro que cuenta de nuevo con la labor de Verni a las 4 cuerdas, y un tempo algo más lento, pero no Groove, no, aquí la estructura del tema nos recuerda inevitablemente a Judas Priest, por los altos vocales, el medio tiempo a modo de Heavy Metal clásico, con breves acelerones para que no se nos olvide que hablamos de Overkill, y un solo de los mejores del disco. Save Yourself me recuerda inmediatamente a mi tema favorito del disco anterior, Bring Me The Night. No tiene exactamente el mismo componente Heavy/Speed, pero se mueve en parámetros muy rápidos, veloz y punzante, directa a mis favoritas del disco. Drop the Hammer Down nos devuelve los temas algo más largos, de nuevo casi 6 minutos y medio de riffs algo cambiantes, mucha presencia de la sección rítmica, buen gusto por la melodía, y el trabajo rítmico del apartado vocal, las frases de Blitz aquí funcionan como un elemento más. De 21st Century Man se puede decir lo mismo, la intro es muy NWOBHM, con los cortes del combo bajo y batería adornando los riffs melódicos, antes de recuperar el Thrash a medio tiempo en los riffs, y la pausa más heavy del estribillo (otra vez esos agudos). La tónica del tema es esa, una canción de Thrash/Heavy Metal bastante bien hecha, y Linsk luciéndose en el solo, no tan frenético y más melódico, aparte de algo más largo de lo que acostumbra. Temazo, y van...

Quedan todavía 3 canciones para terminar, Old Wounds New Scars es la primera, aquí me vuelvo a acordar de Exodus, pero los de Souza, un híbrido entre dos bandas que debutaron allá por 1985. Tono atípico el de Blitz en algunos versos y riffs directos, sin alcanzar nunca cotas altas de velocidad, voces dobladas... y aun así, no es de mis favoritas del disco, sin que eso signifique que sea un mal tema, simplemente el listón está muy alto. All Over the Shouting, en cambio, nos devuelve directamente al material más clásico de la banda, en todos los sentidos y sin querer sonar a nadie: tema que cabría perfectamente en sus tres primeros discos, de buen riff y ritmo preciso, pero lo que lo hace especial es el estribillo, maligno de cojones en su primera mitad (la melodía oscurilla de guitarra de fondo y la letra tendrán algo que ver...) y aplastante en la segunda. El resto ya os lo conocéis a estas alturas, bien interpretado y se las apaña para no cansar, bendito reenganche al Thrash. Nos queda un tema y terminamos ya, Good Night es el cierre a esta historia de 50 intensos minutos. Empieza suave y delicado, una intro acústica que no habíamos visto antes en el disco, ya imaginaréis que esto no dura mucho, qué va. Riffs de escuela, escuela Overkill y ya, algo más de velocidad de lo que acostumbran, de ritmo, un estribillo más melódico y con un sabor muy ochentero, hasta Punkarra, a lo largo de algunos versos, ese híbrido Heavy/Punk/Thrash que vio nacer a los de New Jersey queda especialmente patente en el último tema.

Pues eso, aquí mi disco de Metal favorito del año, de momento, y de lo mejorcito que ha pasado por mis orejas últimamente, aparte del Weather Systems y de cierto disco parido entre nuestras fronteras. Ya lo veréis, ya. Y con eso, me despido hasta la próxima.



sábado, 21 de abril de 2012

Weather Systems - Anathema [2012]

Crónica de una reseña anunciada. De momento sigo reseñando discos de 2012, entre los que me van llegando, el tiempo del que voy a disponer (para escuchar, porque para el Blog...) y que éste llevo escuchándolo más de un mes, y esas cosas. Efectivamente, estoy hablando del Weather Systems de Anathema, de los cuales ya subí su disco anterior, así que no son nuevos en este Blog. Me ahorro introducciones y hablar de la evolución de la banda, así que me centro en la música del álbum y mi respuesta por su parte. ¿Estará a la altura?




Es una pregunta tonta, Anathema siempre está a la altura. Al final el disco salió en primera instancia el 16 de Abril (en la anterior reseña dije el 24, que es lo que había leído, allí sale en los States), pero desde entonces llevo dándole vueltas. Y qué vueltas, si bien apenas llevamos 4 meses, ya me parece un candidato muy serio al mejor disco que he escuchado este año, y es mucho decir, que llevo unos 20 escuchados o así. En mi top 3 ya está, y si bien algunos os preguntaréis por los otros dos, no digo nada, ya los reseñaré cuando sea pertinente, es decir, pronto, uno es Metal y el otro no. Pero vamos a dejarnos de rodeos, y centrémonos en el nuevo disco de los de Liverpool. Antes de nada, han vuelto a dar otro giro estilístico. Si al Rock Alternativo que vienen facturando desde hace una década y media se le agregó un componente Art Rock notable en el último trabajo, en Weather Systems éste se hace más notable y, casi por vez primera, los coqueteos con el Progresivo dejan de ser coqueteos para convertirse en el eje principal, por así decirlo, ya que no son una banda realmente fácil de etiquetar. El rollo alternativo pasa un poco a un segundo plano, y vamos a meterle algo de Post-Rock al asunto (fijaos en los crescendos y luego me contáis). También hay cosillas de otros estilos metidas, pero eso os lo comento justo ahora.

Untouchable Part 1 nos da la bienvenida a la nueva experiencia musical que ofrece cada trabajo de la banda inglesa. Aquí la base está construída sobre un arpegio acústico, precioso, que discurre a lo largo de los 6 minutos que dura el tema, con una tenue melodía vocal que ganará mucha intensidad luego, ojo porque el nivel vocal de esta gente cada vez va a más. El incremento de intensidad y esa sensibilidad típica del Post-Rock la notaréis especialmente a partir del minuto 3, y ya tenemos temazo para abrir. Mantiene el feeling característico de la banda pero siempre intentando no repetirse, en fin, todo lo que pido es eso, tiene momentos puntuales de voces dobladas y un final más atmosférico ya sin el arpegio que sirve como leitmotif, aquí cerramos el primer tema. Untouchable Part 2 empieza a ritmo de balada, con un sencillo y emotivo piano, con la voz del señor Vincent Cavanagh al principio. Empieza bien, pero alguno podría pensar que el tema no es gran cosa. Cierto, pero la cosa no termina aquí: unos tenues arreglos de fondo y entra la preciosa voz de la vocalista femenina de la banda, Lee Douglas. No soy muy de voces femeninas, pero joder, menudo toque le da, y el dueto de después también es muy bueno, especialmente al final, armónicamente muy chachi todo. Termina mejor de lo que empieza, dicho sea.

The Gathering of the Clouds empieza con un tenue sonido de fondo antes de meter la sección de viento, y que entre el arpegio principal, de tempo bastante más veloz que en el primer tema, en contraposición a las tenues y solemnes líneas vocales, que se desdoblan de manera acertadísima y más despacio de lo que transcurre la línea de guitarra. Ojo a las armonías vocales, que ya son marca de la casa y aquí son de lo mejor de su repertorio. Termina con un crescendo que prácticamente termina de sopetón, pero enlazando con Lightning Song. El riff acústico me parece muy bueno, los arreglos también, aunque no es nada revolucionario a estas alturas, me parece que son unos arreglistas de cuidado (sumad a eso la excelente producción cortesía de los mismos Cavanagh), y la voz de Lee Douglas presidiendo el evento. El omnipresente componente atmosférico de la banda, cómo no, sigue ahí, pero con el tono luminoso que sus discos clásicos no tienen, en ese sentido sí hay un nexo claro con su anterior trabajo, y al final el tema gana mucho, sobra dar motivos: aumento de intensidad, marcado sabor Post-Rock y mayor contundencia en el sonido, sin esperaros cafrerías sónicas, ya lo veréis cuando la escuchéis, especialmente gana enteros la batería.

Sunlight está cantada en tonalidades más graves, algún acompañamiento de Lee Douglas y ya, es un tema algo más oscuro, muy rítmico, el bajo suena muy bien y la supuesta monotonía de la batería apoya el tema, que de nuevo gana en fuerza con el tiempo, el final ya es intensísimo, y la batería sale de esa monotonía (supuesta, por ésto mismo) para romper en un estallido de fuerza, con mucho punch, el tremendo trabajo acústico y vocal de nuevo está a la altura. En el disco están algunos de los mejores riffs acústicos del catálogo de la banda, en mi opinión, lógico al ver el protagonismo de la misma. Agarraos, que vienen curvas, y no sólo el título del tema: The Storm Before the Calm. ¿El mejor corte del disco? Pues igual sí. Sintetizadores oscuros, una batería electrónica, voces dobles con matices robóticos, de fondo parece escucharse un piano, y una fuerte capa electrónica, representando esa sensación de frialdad que nos relata la letra. En serio, me encanta que amplien sus miras en la composición, de tal manera que nunca aburren o se repiten. Casi llegando al minuto 3 el trabajo de sintetizadores se vuelve realmente opresivo (me recuerda a Suicide, una de mis bandas de música electrónica favoritas, ahí es nada). Eso sí, el tema da para mucho, en torno a los 5 minutos y algo (dura más de 9, es el tema más largo de todos) mete un giro muy bestia, que no brusco. Es otro final a medio camino entre lo alternativo y el Art Rock más épico, pone los pelos de punta, gracias al soberbio apartado guitarrístico y a la interpretación vocal doble. Pasa al grupo de "temazos compuestos por Anathema" en un abrir y cerrar de ojos.

The Beginning of the End repite un poco esquema, en el sentido de que empieza muy tranquilo, si eso algo más típico de lo que acostumbran, muy buena labor vocal de nuevo, y poco a poco va ganando en intensidad. Aquí la guitarra eléctrica tiene algo más de protagonismo, no es todo tan acústico, pero no esperéis tampoco distorsiones gruesas. El final de nuevo se debate entre lo épico y lo apoteósico, con un solo exquisito, pausado y emotivo, eso, un piano para cerrar, y hala, otra canción que empieza bien, termina genial.  The Lost Child empieza con... ecos, o susurros, algo así, un violín de nuevo metido, el piano de rigor, es un tema muy Post-Rock, el que más del disco diría yo (diría yo que soy poco aficionado al estilo) , las líneas vocales son tímidas, como si les costase arrancar, ponedlo a buen volumen para enteraros de todo. El crescendo final lleva una melodía principal exquisita, unas texturas muy atrayentes, y pese a todo, la letra le confiere un aire pesimista que me recuerda directamente a los tiempos del magnífico Judgement, que no es poco. Internal Landscapes empieza con una parte hablada en tono grave, con un sintetizador de fondo, tan de fondo que hace falta prestar atención. Habla de la dificultad de expresarse, de decir adiós, y esas cosas, lo cual me hace pensar que Weather Systems tiene momentos de oscuridad que el anterior no tenía, retomando esa temática de la etapa más conocida de la banda. Luego ya entra la guitarra acústica, un tema pausado, y de nuevo el hilo vocal lo maneja Lee Douglas, dulce como siempre, Vincent, tres cuartos de lo mismo. Cuando entra el crescendo y la guitarra cobra protagonismo, Cavanagh alarga las notas de manera dramática, y eh, a mí me encanta como queda, el final con las voces dobles es impresionante, y luego ya el tema cierra tal y como empieza, con una breve parte hablada. Y así más de 8 minutos de genialidad para dar por finalizado el disco.

Conclusiones: lo han vuelto a hacer. Solo se miran al horizonte para sacar cada disco, intentan con éxito no repetirse, meter influencias de aquí, allá, y sobre todo, saben crear canciones que desbordan feeling. No sé si a la altura del anterior, establecido como mi favorito personal de la banda, pero sí se codea con sus mejores obras, y sobre todo nos recuerda que la banda está en un momento de forma excepcional, componiendo discos de altísimo nivel. De momento, mi disco favorito del año. Y hasta la próxima, que reseñaré seguramente otro de mis favoritos, y ésta vez toca tralla.




miércoles, 18 de abril de 2012

Koloss - Meshuggah [2012]

Ahora sí, desde tierras charras, volvemos a la carga. Antes de nada, quiero hacer una consulta relativamente importante a todos los que podáis leer este Blog. De normal suelo subir discos sin atender a mucho orden lógico más que ofreceros un poco de variedad, pero he tenido la idea de seguir reseñando discos de este año 2012 durante un período de tiempo sin determinar, ya que de éste año sólo os he subido el de Alcest y de esto hace ya unos meses. Por eso os pregunto directamente, ¿preferís que siga con la línea que llevaba hasta ahora (también conocida como "subo lo que me sale, como me sale") o que vaya reseñando discos de 2012 como me dispongo a hacer? Ya me dejaréis comentarios y eso.

Meshuggah no son precisamente unos recién llegados, llevan desde finales de los 80 en activo y reconocidos como los pioneros del ya en boga Math Metal o Djent. A grandes rasgos, su sonido se puede reducir a una especie de Post-Thrash/Death técnico/progresivo, con abundante uso y abuso de polirritmos, disonancias y ese distintivo tono de guitarras que tantas bandas del género han querido hacer suyo. No es una de mis bandas predilectas, pero he escuchado la mayor parte de su discografía. Poco a poco se han hecho un nombre a base de mantener un estilo, una forma de tocar, pero con la suficiente variedad y originalidad para seguir adelante, no en vano Koloss es ya su séptimo LP de estudio.

Ahora no tengo ninguna duda de que Meshuggah significa loco.

Ya os he comentado que no soy precisamente fanático de los suecos, me parecen un grupo con talento, pero que en dosis grandes satura mi cabeza, necesito escucharlos poco a poco, pero ya os digo, tienen calidad para dar y regalar. Podría hablar de que Fredrik Thordendal es un guitarrista de Jazz metido a tocar Metal, su capacidad de crear riffs únicos o solos altamente influídos por Allan Holdsworth, el tridente rítmico de Thomas Haake (espectacular en el 4/4 lento, una disciplina así no se encuentra en todos los baterías), Marten Hägstrom es un rítmico a la altura y el ya asentado Dick (HAHA, PENE) Lövgren recubriéndolo todo con unas líneas de bajo densísimas, es marca de la casa, pero el integrante que más me gusta del grupo es, sin duda, Jens Kidman. Una voz que ha hecho suya, una voz gutural a medio camino entre el Groove y el Death, que vocaliza bien, es potente y técnica, y unos fraseos muy rítmicos, que no hace sino demostrar que Meshuggah es una máquina de ritmos, con 5 engranajes que funcionan a la vez. ¿Qué han parido esta vez? Vamos a intentar analizarlo:

En primer lugar, un comunicado de la banda afirmaba que sería su trabajo más pesado. Duras declaraciones de gente que ha parido dos apisonadoras letales como Chaosphere (mi favorito) o el reciente obZen. Bueno, I Am Colossus está entre lo más denso que han grabado, posiblemente. Es un tema lento, machachón y con marcado acento Groove, más de lo que acostumbran. Kidman es la bestia que maneja al coloso (aunque ojito a la línea de bajo), si bien no es un tema de ejecución tan compleja como acostumbran, es una manera de destrozar oídos, o de empezar a hacerlo, porque esto recién comienza. The Demon's Name Is Surveillance nos devuelve a los Meshuggah que encandilaron a la escena hace ya años, concretamente me recuerda mucho al Nothing, pero con un extra de contundencia. La máquina rítmica que es Haake acelera por un lado, mientras el venenoso vocalista hace la guerra por su cuenta, con algunos gritos que demuestran su nivel vocal, arrojo e intensidad. A partir de riffs monótonos crean una atmósfera opresiva y brutal, y eh, no tocan Doom Metal, sino lo contrario. El solo es marca de la casa, frío, despersonalizado en el mejor de los sentidos, y cumple entre ese mar de riffs afilados como navajas, de mis favoritas. Do Not Look Down tiene un aire Industrial en el bajo, muy al estilo de Meshuggah, claro, con esa precisión matemática y las melodías ponzoñosas de los solos, el cambio de ritmo... gran tema. Y seguimos dándole al Groove.

Behind the Sun es el cuarto corte. Tras el sol no hay más que tinieblas, y de eso el tema sabe bastante. Introducción acústica, íntima en este mar de riffs fríos e impenetrables, un tema lento de verdad, de nuevo muy Groove, donde yo destacaría el trabajo de Haake, no necesita de blast beats para demostrar lo bien que toca, en la parte central intenta acelerar, pero ni él mismo puede salir de semejante pantano (ojo al intento de melodía de fondo, el tema es un agujero negro que engulle toda la luz). Al final cobra vida y rabia propias, para brindarnos un poco de agresividad en movimiento, e intentos desesperados por ofrecer unos instantes melódicos que nunca asoman a la superficie. Por otra parte, un tema cuyo título es The Hurt That Finds You First debería ser más veloz, ¿no? Lo es. El comienzo es puro Chaosphere, veloz, seco pero igual de abrasador y eficaz, a ritmo de Math/Death, y de mis favoritas del disco, amén del factor variedad que siempre pido en un disco. La parte central parece un poco más lenta merced a los rugidos de Kidman, y el final ya quita el pie del acelerador, una especie de trance lento y no tan doloroso, hasta melódico. Marrow es Groove Metal técnico de nuevo, machacón, oscuro y rítmico, el trabajo a las cuerdas es justo lo que uno le exige a la banda, de nuevo intercalando solos para hacer la escucha más interesante, con erótico resultado. Me fascina el tono de guitarra de Thordendal en los solos.

Break Those Bones Whose Sinews Gave It Motion es el título más largo del disco, en letras y en minutaje, casi 7 minutos. De nuevo empieza melódico pero oscuro, un riff que da mala espina hasta que entra el cuerpo del tema, esa máquina de hacer riffs basados en el ritmo, lento como es tónica en este trabajo. Hasta el minuto 2:30 o así el tema no gana un poco en dinamismo, y cerca del final hay otro interludio donde una melodía oscura (3:55) crea más tensión que los riffs graves. A los fans de los temas oscuros y pesados os encantará, personalmente sigue la tónica del disco y la eleva, pero no es de mis favoritas. Swarm nos devuelve de nuevo a la época intermedia de la banda, con una marcha más en velocidad, un tema con evidentes toques progresivos, con la técnica característica de la banda. La parte central es exquisita, es la faceta del grupo que más me suele gustar, los toques cambiantes y progresivos. El solo a base de disonancias malévolas y la manera de Haake de aporrear su batería cierran otro de los mejores cortes del disco.

Demiurge empieza con sonidos de fondo hasta que entra el primer riff. En la tónica de los temas pesados del disco, pero con un aire Industrial/Avant-Garde que me llega a recordar a ratos a (salvando las distancias estilísticas, por supuesto) Blut Aus Nord. Los cambiantes riffs, y la sensación de aplastamiento están mejor conseguidos que en otros temas, así que se convierte al instante en uno de los mejores cortes del disco. The Last Vigil es ya el último corte, no tiene nada que ver con el resto del disco, aquí se busca la atmósfera a través de suaves ecos de guitarra, una especie de Post-Rock que poco tiene que ver con los 9 temas anteriores, salvo la sensación de monotonía (siempre positiva), y que da el pego como último corte del disco.

Koloss podría resumirse fácilmente en: juntamos algunos puntos de la trayectoria de Meshuggah, le damos una capa de pintura más Groove que nunca para evitar repetirnos demasiado, y todo ésto con la solidez característica del quinteto, además de una de las mejores producciones que han podido tener. Thordendal maneja como nadie la guitarra de 8 cuerdas y es un maestro de los riffs sincopados, y aquí vuelve a demostrar que, dentro de la escuela Math que ellos mismos han creado y otros han imitado (con mayor o menor fortuna), siguen siendo amos y señores. No es su mejor disco, pero desde luego mantiene el tipo, y se destapa como uno de los discos más pesados y abrasivos de su catálogo.

Bueno, con ésto termino, no sin antes esperar que os gusten disco y reseña, y que por favor, comentéis a ver qué preferís, si voy reseñando discos nuevos más a menudo o sigo con la línea de siempre. Un saludo.





lunes, 16 de abril de 2012

Crónica de Sôber (14-4-2012) Morfologira

Esta vez no toca crítica de disco, sino de concierto. Además, repetimos grupo, ya me entendéis. Primer grupo que veo por segunda vez, cambiamos un escenario como la carpa de Interpeñas por la pequeña sala López, mismo escenario, mismos protagonistas, diferente motivo. Una gira para rememorar su segundo disco, Morfología, el cual terminaré por reseñar y sinceramente me parece su mejor disco, más ahora tras haberlo visto íntegro en directo. Tras patear unos cuantos metros por Zaragoza a la tarde, llegábamos algo cansados (mismo compañero, Samu, aka la groupie que me robó la cámara :D ) a la sala. Puntuales, suena It´s a Long Way to the Top de AC/DC, y se presenta el cuarteto en escena. Nosotros en primera fila y a escasos palmos de la banda, así están las cosas:



¿Os sabéis el tracklist de Morfología? La mayoría del show se basó en él, ahora os lo cuento uno por uno. La Prisión del Placer, el primer tema, sirvió para abrir la actuación. El sonido, contundente, preciso, con la pega de la otra vez, del micrófono, es la única queja del sonido, y más cuando teníamos a Carlos Escobedo bien cerca. Delirio, es una de las canciones más queridas por el público y se nota, con un estribillo muy coreado por todos, pero nada como lo que se nos viene. Loco ya la había visto en directo la otra vez, pero aquí en primera fila, la cosa gana enteros a un palmo del escenario, es uno de sus temas más conocidos a nivel de repertorio y claro, eso se nota en el nivel de intensidad del público, y a nivel personal (Samu y un servidor), también, aunque yo tuve que dosificar un poco a lo largo del concierto. Abstinencia es de mis favoritas, el estribillo tan hipnótico, creando esa sensación de trance también en directo. Si bien hablaré del disco cuando haga la reseña, decir que el trabajo rítmico al bajo de Carlos Escobedo es la clave del sonido del disco, apoyado por los contundentes riffs de su hermano Jorge y de Antonio Bernardini. Manu Reyes, el único miembro no presente en la formación del Morfología, por el malogrado Alberto Madrid, tiene una actuación destacada, pero ya os contaré.


Brutal esta foto, en serio. Hay muchas, pero esta había que subirla.

Ahora sí, toca mi favorita. Cubos es, gracias a su riff, a los cambios de intensidad y a la letra un tanto pasada de rosca, mi canción favorita de esta gente, así que imaginad el percal, me hincharía a elogios, pero ya me entendéis, tuve que bajar un poco el pistón para llegar bien, quedaba mucho concierto. Un discurso hablado (se alternaron los 3 calvos, salvo Manu en la batería, a la hora de hablar al público) para introducir ¿Qué Hice Mal? también muy sentida, pena esos problemas en el micro, porque la actuación vocal (y gráfica, da gusto ver cómo lo siente el hombre) fue buena. Los riffs de Condenado, con ese puntito rítmico tan logrado que tiene el disco en general. La Duda es un tema pausado, denso y oscuro, aquí es donde más se nota la herencia del Undertow de Tool (luego os comento una anécdota). Ahora un paréntesis, para tocar Mi Perdición, tema incluído en el recopilatorio De Aquí a la Eternidad, que sacaron en 2010 tras su vuelta a los escenarios. Gana muchísimo en directo, en estudio queda un poco cortada para mi gusto. también es un tema oscuro, pero con mayor alternancia entre partes oscuras y riffs potentes. Y cómo toca Manu "rápate" Reyes, sonrisa en la cara, baqueta en mano, pie en pedal.



Nos vamos acercando al final del disco, otra muy coreada por todos, Caída Libre. Cuellos girando, manos arriba, y voces por todas partes, imaginaos. Predicador, oscura, pesada, con preferencia por la voz, y muy efectiva en directo, pero esperad, quedaba otro de los platos fuertes, Lluvia de Dolor, el tema que cierra el disco. Aquí se volvió a desatar la locura por parte de integrantes y espectadores, con ese estribillo lleno de rabia. Lo estaba hablando con Samu antes de entrar, qué mala leche tienen sus letras en esta época. Ya sabéis, el numerito de irse para los bises y tocar unos pocos temas de otros discos: Diez Años, de Paradysso, más optimista, tras un show tan oscuro y cañero (es el disco más metálico de la banda, el Morfología digo), o la grandilocuente, ésta del Reddo, El Hombre de Hielo, cambiante y con ese crescendo a modo de riffs épicos y coloridos. Volvemos a Paradysso con Arrepentido, que si no es su tema más conocido, poco le falta, así que imaginaos la respuesta del respetable. Quedaban dos temas, volvemos al Superbia: La Araña, que es de mis favoritas del disco nuevo, y el bonus track del mismo, también en el ya citado recopilatorio, la melódica y cañera Sombras, que me encanta, es de las cosas más pegadizas compuestas por el grupo. Y ya.



Bueno, y ya, que ahora quedan las anécdotas. La groupie de Samu y yo tenemos púas a saco, algunas adquiridas a mitad del show y una de las mías es para regalar, un detallito a la ausencia. Tenemos firmado entre los dos por diversos miembros de la banda: el setlist, el Morfología que me agencié, las entradas, la foto que nos hicimos con Carlos la otra vez (detallazo por parte de mi amigo), un póster... vaya, solo nos faltó que me firmasen la camiseta del disco que me pillé también. A nivel de setlist, genial, si eso eché en falta La Nube o Superbia, que las tocaron la otra vez, y Hemoglobina, que es de mis favoritas.


Y claro, por si una foto era poco, tenemos otra con Carlos. Y con Manu Reyes:


Todo guapos ahí, lol (si no me reconocéis, soy el de la derecha). Pues eso, concierto un rato mejor que el primero, y recomendaros que, si tocan cerca vuestro, vayáis, merece la pena, aparte de que son gente majísima, cosa siempre de agradecer. En fin, hasta la siguiente entrada.

Setlist:

La Prisión del Placer
Loco
Abstinencia
Cubos
¿Qué Hice Mal?
Condenado
La Duda
Mi Perdición
Caída Libre
Predicador
Lluvia de Dolor

bises:

Diez Años
El Hombre de Hielo
Arrepentido
La Araña
Sombras

jueves, 12 de abril de 2012

Bat Out Of Hell - Meat Loaf [1977]

Nueva reseña, la próxima entrada espero que sea una crónica de concierto, pero de momento, toca reseña. Un disco que a día de hoy lleva entre 30 y 40 millones de unidades vendidas, aunque añado que no soy una persona de fiarme del número de ventas, aquí he de decir que lo menciono por algún motivo, y es por las dificultades que tuvo el disco para salir a la luz, por eso, y porque Jim Steinman, quien firma las canciones, nunca llegó ni siquiera a acercarse a la grandiosidad de esta obra. Si hablamos de gente grande, podríamos hablar del bueno de Meat Loaf, aunque en ciertos parámetros sonaría un poco cruel.


I want (to eat) you!


Vale, no lo he podido evitar, está en mi naturaleza, como escribir tochos o escuchar música a todas horas que se pueda. Pero en fin, vamos a lo que nos interesa. Marvin Lee Aday, aka Meat Loaf, aka el de la foto. Este hombre era actor, hasta que lo secuestró el tal Steinman y lo convenció para grabar este disco. Como no los querían en ninguna discográfica, les costó tiempo publicarlo, hasta que se toparon con el productor, que aquí también es guitarrista, Todd Rundgren. El resultado es que el disco ha vendido como churros (ésto es un OWNED para todas las discográficas de la época), la producción es exquisita y el nivel musical mostrado muy alto, y si separamos música de interpretación, la interpretación es mejor si cabe. La tesitura de la voz de este hombre es impresionante, el trabajo vocal desde luego es inmenso y uno de los más complejos de la historia del Rock. Si tuviese que hacer una comparación, en parte también por la música, sería con Queen y Freddie Mercury, por el alto nivel vocal exhibido y por la pomposidad de las composiciones. Si bien colabora más gente en el disco, son estos tres nombres los principales arquitectos de que suene como suena. Y bastante bien.

Entre otras influencias, podemos mencionar el AOR, el Hard Rock, el Rock Sinfónico evidentemente, pero mayormente la Ópera de Wagner, para conformar una "Ópera Rock" de proporciones gigantescas, con una historia conceptual detrás, que se antoja cercana: el deseo de libertad, el amor, los líos de pareja. Aunque para alguien acostumbrado a conceptos de más calibre se me antoja insuficiente, resulta convincente para lo que es el desarrollo musical del mismo.

El primer tema es el homónimo, y si me preguntáis, Bat Out Of Hell es el mejor corte del disco, tiene todo lo que le exijo a una canción de estas características: dinamismo, algo necesario en un corte que dura casi 10 minutos (la más larga del disco=, teatralidad más que conseguida, unas líneas vocales excelentes y melodías pegadizas sin incurrir en lo facilón. El piano del principio me encanta, una introducción instrumental que se alarga hasta los dos minutos, metiendo detalles de guitarra con un sabor a Hard Rock innegable. El buen uso de las teclas es una constante, un tema que, cuando entra la voz, empieza tranquilito pero va ganando en intensidad, el estribillo excelente, con voces dobladas y coros femeninos, y las estrofas siguientes sirven para el lucimiento total de la voz de Meat Loaf, cómo modula su voz el hombre, sube, baja, la rompe... musicalmente, es una mezcla entre Hard Rock, AOR y unos cuantos elementos sinfónicos (casi progresivos a veces) dan por finalizado el primer tema y posiblemente el mejor, o al menos es mi favorito, vaya. El solo de muy buen gusto y también muy Hard Rock, cañero y preciso, un tema cambiante y sobresaliente. You Took The Words Right Out Of My Mouth (Hot Summer Night) es el segundo tema, comienza con una conversación, todo muy teatral de nuevo, la música comienza en torno al 0:50, es un corte mucho más melódico y menos Rock, de corte Pop/operístico, pero con el mismo buen trato por las líneas vocales (esas armonías...), los teclados y la pomposidad, con un estribillo muy logrado, y las voces femeninas ganan en protagonismo, creo que nunca se llega al nivel del primer corte, pero sigue manteniendo la calidad, así que sigamos.

Heaven Can Wait es la primera de las baladas. Ese es un pequeño problema que le veo, de 7 cortes, hay 3 baladas, lo cual rompe un poco el ritmo, están bien cantadas, bien interpretadas, pero que ocupen casi medio disco... en fin, no me agrada. Baladita típica a piano, de ritmo muy sencillo y arreglos pulcros, a destacar de nuevo la mano meticulosa de Rundgren en la producción del disco y el apartado vocal, que gana enteros en la segunda mitad del tema. All Revved Up With No Place To Go retoma lo que dejamos antes de la balada, y es otro de mis temas favoritos, gracias a la inclusión del saxofón y los exquisitos altos de Meat Loaf, poco más de 4 minutos de Ópera Rock, no tan pomposo y algo más sencillo en estructura. El solo de saxo del final es bastante bueno, me encanta cómo suena este instrumento, eso, el alarido sobrehumano de Meat Loaf y el incremento de ritmo, Rockandrollero y frenético. Two Out Of Three Ain't Bad es la segunda balada. Algo mejor que la anterior, el estribillo trabaja bien las voces múltiples y la parte acústica tampoco está nada mal.

Paradise By The Dashboard Light es el tercer gran tema del disco, esto sí que empieza a ritmo de Rock n`Roll de piano, muy elegante y pomposo cuando hace falta, muy rollo Queen, aquí se nota mucho, el trabajo dual de voces es muy bueno. La parte central, cuando suena la voz hablada, atención a la línea de bajo, en general la base rítmica. La segunda parte nos trae ese Rock melódico de alto calibre, esta vez cantado por una voz femenina, Ellen Folley. Impresionante el trabajo de ésta chica, hasta que entra Meat Loaf de nuevo y rompe completamente el tema, en el buen sentido, ojo, a modo de pregunta-respuesta, y terminando en fade out. Para cerrar tenemos otra balada, de más de 8 minutos: For Crying Out Loud. La mejor de las tres de lejos y un buen cierre para el disco. Un piano muy luminoso y la soberbia interpretación vocal, a eso añadid un buen giro en la segunda mitad del tema para romper con cualquier atisbo de monotonía, un final épico y bastante grandilocuente, de nuevo me resulta imposible no acordarme de Queen, algo mayormente positivo. Está muy estudiado como cierre del disco y realmente sale rentable.

Así son las cosas, y así os las he contado. He de añadir que el conjunto es bueno, pero siempre queda la cosa de "ay, si todos los temas hubiesen sido como el primero, o si hubiesen dejado sólo la balada final", para llegar al sobresaliente o al nivel de placa maestra. Todo esto bajo mi punto de vista, claro está, pero superados los inconvenientes, lo bueno del disco es muy bueno, y eso hace que os lo haya traído y reseñado. Así que hasta la crónica de, de nuevo, Sôber. Un saludo.



lunes, 9 de abril de 2012

Let It Be - The Replacements [1984]

Ey, actualización al canto. Ya sabéis que me gusta mucho variar de género, creo que todo aquel buen oyente tiene que intentar abrirse un poco, coger de aquí y allí, buscar por Internet los pilares básicos de diversas épocas y estilos y saber juzgarlos (bueno, saber, intentarlo) como oyente, y espero que como crítico, pues os traigo uno de esos discos. El tercero personal en la cuenta de la banda y su disco más popular que, curiosamente, comparte nombre con el disco final de The Beatles. Antes de nada, dejadme hablar un poco de su historia, con el vocalista y guitarrista Paul Westenberg a la cabeza. Éstos son The Replacements, y tienen calidad para ser titulares.



Los de Minneapolis se formaron allá por el 79, empezaron como una banda de Punk, ya sabéis, sucio, acelerado, incoherente, ya con ciertos matices melódicos ajenos al género, que nunca alcanzaron las cotas de popularidad de sus paisanos Hüsker Dü, por ejemplo. Sus primerísimas obras mostraban éste Punk acelerado, influído tanto por la primera ola británica como por el Hardcore que estaba gestándose entonces como por estilos más melódicos, cosa que se acrecentaría con el paso del tiempo. A éstos les debió pasar lo que a The Clash, que el estilo se les quedaba corto, y fueron ampliando su repertorio musical, bebiendo sobre todo del Power Pop de Big Star, a los que deben la sensibilidad Pop que ya muestran claramente aquí, el Garage Rock, bandas sesenteras como The Byrds... un abanico de influencias que aquí se conjugan para crear algo bastante propio, que sirvió de influencia a la movida alternativa de la segunda mitad de los 80, llámense R.E.M. o The Smiths, o bandas del calado, una propuesta renovadora dentro del Rock Alternativo. Pues bien, así igual lográis haceros una idea de a qué suena éste disco. Otra cosa que valoro muchísimo, por lo poco que conozco la trayectoria del grupo, es la capacidad de crecer, evolucionar y cambiar, con todos los riesgos que eso implica.

Si bien desde lo técnico y lo estructural es "simple y llanamente", un disco de Rock (con matices y muy variado, pero eso lo valoraremos más adelante) a base de power chords sencillas, temas más bien directos con buen sentido de la melodía y mayor protagonismo de la garra y el feeling por encima de la complejidad instrumental. Pero creo que si os los comento uno por uno os enteraréis mejor, porque el disco me sorprendió de primeras, me esperaba algo más "alternativo" y más Pop. Sorpresa muy grata.

I Will Dare es el primer tema. Si todo el Punk mezclado con Pop sonase así, podría tomarme el estilo en serio, tristemente, no es el caso. Bajo muy marcado, voz poco trabajada y eminentemente Punk, estribillo pegadizo, con un tono de guitarra que influiría mucho en el Rock Alternativo de los años siguientes, un tema melódico, con un solo con un regustillo bastante clásico, como tocado 15 años antes, directo, melódico y rítmico. Favorite Thing es Punk 77, totalmente, con ese regustillo melódico, pero de guitarra básica y voces estridentes, con letras desenfadadas y no tan pasadas de rosca. Se nota en los solos que mejoraron como instrumentistas, aunque fuese un poco. We´re Comin´ Out es de mis favoritas, ésta sí que es Punk, el corte más rápido del disco, poco más de dos minutos. La primera mitad es Punk agresivo, con una parte melódica al final, percusión, piano, típica música de taberna, hasta que terminamos con desenfreno total. Tommy Gets His Tonsils Out es otra de las muestras del sentido del humor de la banda, donde una base rítmica basada en redobles y alternancia de velocidades, entre medios tempos y partes rápidas le dan otro punto Punk, melódico sin duda. Por ésto me sorprendió, empieza bastante cañero, me esperaba algo "alternativo", por así decirlo.

Androgynous ya es otro rollo. Si no es bastante gracioso de por sí el tema (la letra es impagable), más lo es la naturaleza del mismo: baladita a piano, ahora sí, corte muy Pop y muy Big Star, un piano casi atragantado, me pregunto si será a propósito o si el nivel instrumental no le daba para más, por otra parte, Westenberg no posee una gran voz, pero aquí cumple en su faceta melódica. Black Diamond empieza limpia y cristalina, luego se vuelve un tema eminentemente Rockero, más Rock que Punk, construído a base de riffs distorsionados y batería sencilla, la voz se vuelve autoritaria y los guitarrazos evocan al Hard Rock setentero, otra de mis canciones favoritas del disco. Unsatisfied es una excelente canción Pop, mayor preferencia por lo acústico que por la distorsión, la voz intenta cantar melódico (intenta, el acento macarra nunca desaparece del todo), un tema amargo, pero bien compuesto, mucha clase a la hora de ejecutar las melodías, e influyente, puesto que este tipo de riffs pegarían fuerte en The Smiths, por ejemplo. Seen Your Video no desentona, corte eminentemente Rock, pero muy lineal para mi gusto, un poco frío, con pocas voces, es la única particularidad.

La siguiente canción me mata, y es que un tema que tiene por título Gary´s Got a Boner no puede ser otra cosa que un descojone. Musicalmente sigue la línea de Punk/Rock/Pop con ciertas doses de melodía y equilibrio entre garra y la misma, con detallitos puntuales de guitarra que me gustan mucho. No es de las mejores, pero es de las más graciosas. Sixteen Blue es otra balada, juvenil, también con buen sentido del humor, con líneas vocales algo más trabajadas que en la otra, y melodías atrayentes. Answering Machine funciona como cierre del disco, muy buena letra también, el tema es puro Power Pop, melódico pero con un poco de de distorsión en la guitarra, con líneas vocales de nuevo desprolijas. Buena manera de cerrar el disco, pero hay cortes mejores.

Mis impresiones sobre el disco han sido esas. Uno de éstos discos clásicos que tiene el nombre que tiene, me ha parecido muy bueno, pero no sobresaliente. Por supuesto, recomiendo altamente su escucha a todo el mundo, especialmente si te gustan el Rock Alternativo, el Pop ochentero o el Punk. Además, su corta duración (unos 3 minutos de media repartidos entre 11 temas) facilita su escucha. Espero que os gusten tanto el disco como la reseña, y hasta la próxima.



jueves, 5 de abril de 2012

Songs For The Deaf - Queens Of The Stone Age [2002]

Hey. Pues nada, ya queda menos para la Semana Santa, ese momento del año para pasar el tiempo con los seres queridos, ver procesiones y rascarse donde nunca da el sol. ¿Que yo donde me encuadro? En el universitario que vuelve para ver a algunas personas y recluirse puteado por los estudios. Pero aun así os iré subiendo discazos para que no os aburráis. Las visitas últimamente, pues no son muy buenas desde hace un mes o así, pero eso solo motiva a seguir escribiendo. Es de nuevo un disco bastante conocido para el oyente medio de Rock y un clásico del Stoner Rock en general. Pero para hablar de Queens Of The Stone Age hay que hablar primero de dos cosas, de la banda más importante de toda la movida Stoner, como son Kyuss, y del que fue guitarrista de la misma, Josh Homme.


Seguro que estáis hablando de mí, ¿eh?

Pues el hombre no se equivoca. El ego del músico es comparable a su habilidad para crear riffs, aunque la banda esté un poco alicaída, entre tanto cambio de integrante. Pero a comienzos de la década anterior nos obsequiaron con dos placas que todavía brillan con luz propia, su sophomore Rated R y el aquí presente, su tercer disco. Y es que los integrantes de la banda por aquel entonces ya son de renombre: Mark Lanegan, otro ex Kyuss como Nick Olivieri y Dave Grohl. Con semejantes nombres, uno puede esperarse un disco de Stoner, otros un disco de Grunge, o cualquier barbaridad. Bueno, el dominante es el Stoner Rock, pero por aquí hay influencias muy variopintas: el Garage Rock sesentero, la Psicodelia de la misma época, la movida de Seattle también tiene influencia, el Hard Rock clásico (entendamos por clásico el de los 70, para mí la mejor década del estilo), el Rock Sureño de ZZ Top, el Metal de Motörhead y el Punk. Un cóctel de influencias de alguno de los estilos más importantes del Rock. Ahora vamos a introducir el disco con la idea principal del mismo, que me parece muy curiosa.

Al parecer Homme iba un día en su coche escuchando la radio, y se dio cuenta en que la gran mayoría de emisoras ofrecían la misma música, todo muy poco personal y aburrido. Pues bien, la idea principal del álbum es criticar todas estas emisorias clónicas, introduciendo entre los temas algún que otro comentario, muy LOL todo. Para que os hagáis una idea, lo primero que suena es "Klon radio, Los Angeles, we play songs that sound like everyone else" ,buena puñalada a lo que os venía comentando antes. Ahora sí, toca hablar de las canciones, puesto que el disco es largo, pero no se nota demasiado.

Tras la extraña intro hablada, es el turno de You Think I Ain't Worth A Dollar But I Feel Like A Millionaire. No es la canción típica de QOTSA, agresiva, mayormente gritada con voces muy Hardcore cortesía de Olivieri, y los riffs rockeros que caracterizan a la banda, pero con un tempo algo más acelerado. De mis favoritas, vaya, mucha mala baba veo aquí. Luego es el turno de su tema más conocido, muy rítmico, un riff que se queda grabado enseguida, esa es No One Knows. Es el ritmo, con cambios de intensidad, subiendo la distorsión cuando toca y algunos redobles marca de la casa, de la casa Grohl. No sé si es la mejor, pero desde luego es pegadiza de cojones. Luego, el DJ Héctor Bonifacio Echevarría Cervantes de la Cruz Arrojo Rojas, en perfecto español latino, a modo de locutor de radio, nos introduce el siguiente tema. Así a modo de comentario, a Homme le gustará mucho nuestro país y tal, pero el nombre del DJ es tan largo como loleante, me mató ese detallito. First It Giveth tiene un marcado acento Grunge, con el bajo a tope al principio, líneas vocales cristalinas y cambios de intensidad de nuevo, alternando muros de sonido con partes acústicas, con puntos que personalmente me recuerdan a Pearl Jam o incluso a Nirvana (Ndr: no me gusta prácticamente nada de los de Cobain, lapidadme, pero es así). Le falta un poco de feeling al tema para mi gusto, pero no desentona, gracias a un buen estribillo y al doble bombo.

A Song For The Dead la canta Lanegan. Su voz áspera y cruda es inconfundible, se trata de un tema lento, arrastrado, pantanoso y que personalmente me gusta mucho, los cambios vocales que hemos visto ya, y que iremos viendo, le dan muchísima personalidad al disco. Esos macabros coros y los detallitos de guitarra, especialmente el solo a mitad, junto con el caos de percusión para terminar, son de lo mejorcito del disco, un gran tema. The Sky Is Fallin´ quita el pie del acelerador y nos sumerge en un trance psicodélico, fruto de la inspiración (drogas) durante las sesiones de grabación del álbum. Luego los riffs se volverán más duros, pero las líneas vocales siguen siendo lisérgicas como ellas solas. Todo amante del Rock Psicodélico disfrutará del tema como un enano, con mucho sabor retro y líneas vocales que, entre viajes de ácido y falsetes, ayudan y mucho a crear atmósfera, acompañando a la letra. Así tirando de comparaciones tontas, se me antoja una mezcla entre 13th Floor Elevators y Alice in Chains (mi banda favorita del Grunge de lejos), para que os hagáis una idea de lo que os espera, terminando con otro "momento radio". Six Shooter es un tema breve, al principio ligero... pero las voces de nuevo son gritadas y cortantes. Cuando el volumen sube, esto se convierte en la mayor carnicería sónica del disco, es una pena que dure poco más de un minuto. Sobra decir que Olivieri se encarga de las voces de nuevo

Hangin´ Tree se nos presenta con un riff muy atractivo y la castigada voz de Mark Lanegan en plan crooner. Aquí se adapta a registros más suaves, con una interpretación soberbia. Un tema más oscuro de lo que parece a primera vista, gracias a la letra también, pausado y emotivo. Pero ahora toca otra de mis favoritas, Rock enérgico, desatado y rítmico. Go With The Flow, si bien accesible, me parece de los mejores cortes del disco, el piano también suena realmente divertido, un poco tapado por los demás instrumentos, si eso, es difícil resistirse a un tema así de pegadizo, que va in crescendo hasta el cierre. Breve momento radio, muy breve, y toca Gonna Leave You. Es una canción accesible, pausada y con líneas vocales limpísimas. El estribillo es muy Pop, y eleva notablemente el nivel del conjunto, puesto que me parece que tienen riffs mejores y el solo a veces resulta un poco inconexo. Do It Again recupera la línea de los primeros temas, Stoner Rock que avasalla, aplasta a base de riffs pesados y ritmos endiabladamente eficaces. Buen estribillo, coros que le dan un toque muy particular, un tema a medio caballo entre lo melancólico y lo lisérgico, alargando notas. Ahora toca otro repaso a la idea de la radio, más largo que otros, para introducirnos God Is In The Radio.

De nuevo Mark Lanegan nos ofrece una interpretación soberbia, aunque cualquiera de los vocalistas cumple con nota a lo largo del disco. Mastodóntico riff, al más puro estilo Hard Rock Psicodélico, que luego nos devuelve al Stoner machacón y entrecortado. Los versos, memorables, directos y como ya he dicho, rentables, con ese cambio de ritmo a mitad para introducirnos un solo más Bluesero. No necesitan de una técnica extraordinaria para hacer Rock de calidad altísima, en una década donde otros géneros parecen más interesantes. La pieza se extiende hasta los 6 minutos, siendo una composición bastante larga para la tónica del disco. Another Love Song es la siguiente, con cierta atmósfera, un riff algo más Pop en estructura, y Olivieri de nuevo a las voces. No hay berridos ni mucho menos, y la verdad, una pena, me encantan los temas gritados del disco. El final vuelve a esa especie de atmósfera creada a partir de la tenue guitarra, momento de radio de nuevo y seguimos.

Ya casi hemos terminado, quedan tan solo 3 temas. A Song for the Dead es, y ahora sí, el tema largo del disco, de casi 7 minutos. Empieza bastante oscuro y ambiental, de nuevo con la voz de Mark Lanegan y un riff aplastante, Stoner, pero Stoner Metal, depresivo. Hay detallitos en la guitarra que son espectaculares, muchos matices y cambios, en torno al 1:25 y al 1:54, fijaos bien en esos dos riffs. El cambio de ritmo a mitad del tema, marcado por la batería, muy contundente, deja paso a ese riff endiablado, gritos, cánticos desesperados, Dios, el tema es densísimo si lo desgranas bien, de lo mejor del grupo. Alternamos entre los tres vocalistas, por cierto. Cerramos con una despedida radiofónica, pero el disco no ha terminado todavía. Luego quedan Mosquito Song, que es otra canción atípica, abriendo con un riff acústico, un tema ligero y con buenos arreglos, que termina envuelto en una atmósfera grandilocuente que no se intuye al final del tema. Mi versión contiene también Everybody´s Gonna Be Happy de The Kinks, en clave de rock desértico.

Al final el disco cuenta con más matices de los que parece a primera vista, dentro de lo que los he escuchado, me parece su mejor disco, y no es poco, la marcha de Olivieri se hará notar. Recomendable para todo el mundo, y espero que os haya gustado la reseña. Hasta la próxima, eh.