miércoles, 29 de febrero de 2012

Blues Breakers with Eric Clapton - John Mayall [1966]

Bu. Tras una ausencia algo más prolongada de lo habitual, vuelvo a traeros un discazo a modo de disculpa. Creo que es lo primero del estilo que subo, aunque en El Eco ya reseñé en su día un disco con Eric Clapton metido, el Disraeli Gears de Cream, que es uno de mis discos favoritos de la década. Pues bien, este es un poquito anterior, del 66, poco antes de que Cream lanzase su debut. El multiinstrumentista, cantante y bluesman, John Mayall, contó con el joven ex Yardbirds para la que ha permanecido en el tiempo como su obra más reconocida y uno de los discos claves del Blues británico, siendo su segundo disco de estudio. Vamos a ver de qué va.


Lo primero es decir que no soy más que un aficionado esporádico al Blues, pero bueno, nunca es tarde si la dicha es buena, ¿no? Así que he tenido que tirar de leer información a saco. Entre los mayores logros del disco está el aumento de popularidad del Blues entre el público blanco, asiduo de la Invasión Británica, siendo el Blues un sonido de raíces puramente negras, con un estilo muy personal y coqueteando con el Blues Rock. Posiblemente el Rock no sería como lo conocemos gracias a algunos discos, entre ellos, éste, uno de los puentes entre el Blues plomizo y sentido al estilo inglés y el Rock que se desarrollaría a finales de los 60. A menudo se le llama al bueno de John "El padre blanco del Blues".También hay que decir que más de medio disco se compone de versiones, canciones tradicionales y estándards de Blues (o algún tema de Soul y Rhythm and Blues, como una de Ray Charles). Se diferencian bastante unas de otras, pero aun así, os pongo el intérprete original de cada una. Más de una la tuve que buscar, mala ignorancia la mía en cosas de éstas:

All Your Love - Otis Rush
Hideaway - Freddie King
What I´d Say - Ray Charles (aunque por ahí hay un cacho de Day Tripper de The Beatles)
Parchman Farm - Mose Allison (mi favorita, desenfreno a saco)
Ramblin´ On My Mind - Robert Johnson/tradicional 
Steppin´ Out - James Bracken
It Ain´t Right - Walter Jackobs


La verdad es que las versiones se integran realmente bien con el resto del álbum, y casi que no queda otra, puesto que 7 de los 12 temas del mismo es bastante. Sirven para que veamos las dotes interpretativas de Mayall y su banda, que tampoco son mancos. El mismo Mayall se encarga de la gran mayoría de las voces, guitarra, el piano, el Hammond (amo el sonido de este cacharro, de verdad) y la armónica, con Clapton como escudero de lujo (coros, guitarra cómo no y se permite cantar Ramblin´ On  My Mind, dentro de sus limitaciones vocales, comparado con Mayall la verdad es que no es lo mismo), Hughie Flint a la batería y John McVie al bajo.

Ahora, vamos a hablar de las canciones propias. Little Girl es la primera (tercer corte dentro del disco), un corte de Blues eléctrico puro, muy sentido y con un gran solo. Another Man es una pieza muy cortita, dominada por la armónica, que deja un sabor... como muy del delta, ya me entendéis. Double Crossing Time es Blues de piano, de bareto de mala muerte, de guitarra densa y pantanosa, con unas líneas vocales increíbles, cómo Mayall siente el Blues (fácil de tocar, difícil de sentir). Una de mis favoritas del disco, sinceramente. Key To Love es otra de mis favoritas, un tema que comienza muy festivo, por la inclusión de trompeta, muy rítmico, y que finaliza con un solo demoledor. Have You Heard es la última canción propia del álbum, a falta de las tres últimas versiones. La mezcla de saxofón con guitarra queda sublime, simbiótica, con los altos vocales de Mayall alumbrándolo todo. Me ha terminado por encantar la voz de este hombre, es una voz hecha por y para el Blues. Una lección de cómo tocar la guitarra con sentimiento, cada bend, cada riff, cada nota, sacadas más del corazón que de la cabeza, con la colaboración de lujo de un gran guitarrista como es Clapton (que también intervino en la composición), dan como resultado una gran obra y un pilar del Blues británico, de gran influencia. Una joya un tanto escondida de los 60, sobre todo para aquellos que no somos asiduos al estilo.

Eso es todo por hoy. Espero que os haya gustado la reseña, perdonéis mi tardanza y disfrutéis del disco. Hasta la próxima, espero no tardar otra semana y tal.





miércoles, 22 de febrero de 2012

Nocturne - The Human Abstract [2006]

Ey, qué pasa. Tras subir una obra conocidísima, toca el turno de una banda jovencita, que tristemente están en hiato y sin vocalista (ya me podrían coger a mí, lol), una pena porque me parecen una de las mejores bandas de su estilo.



La banda estadounidense de Metalcore Progresivo (incluyendo elementos Neoclásicos en sus guitarras, también) The Human Abstract se formó allá por el 2004, y tras un baile de miembros brutal, tienen 3 discos. Este es su debut y obra clave. En cuanto a sonido y situación, son fácilmente comparables a los dos discos de Protest the Hero, que son de un rollo parecido y de la misma época, con ciertas diferencias (2005 y 2008), de hecho, el dibujo de portada es del mismo autor de la del Fortress. La diferencia es que Protest the Hero son más melódicos, incluyen por lo general sonidos más cercanos al Hardcore (Post-Hardcore) y sus composiciones están enfocadas de otra manera, no tan cercanas al Metal Progresivo, especialmente en lo que a las guitarras y la base rítmica (especialmente batería) de The Human Abstract, aparte de que ellos siempre han sido la misma formación. Así como curiosidad, supongo que sacarían su nombre del disco de Hyeronymus Bosch, banda rusa de Technical/Progressive Death Metal, que a su vez lo sacó del pintor que conocemos como "el Bosco". O del poema del mismo nombre de William Blake. Bueno, a lo que estábamos.

Harbringer es el tema que abre el disco. Un inicio acústico deja paso a las guitarras de A.J. Minette y Dean Herrera, contundentes pero melódicas. Es uno de los temas de corte más moderno del disco, Metalcore melódico con un estribillo donde Nathan Ells (para mí el mejor vocalista que han tenido) canta con su voz más suave en el estribillo y los gritos propios del estilo, con breakdowns pesados. Self Portraits Of The Instincts sigue un poco la tónica del tema anterior, con un buen uso del shredding y los cambios de tono del vocalista. Líricamente habla un poco sobre el lado oscuro de la humanidad. El disco, si bien no es un disco conceptual, tiene letras bastante enfocadas sobre un tema (sentimientos, pensamientos, un rollo bastante introspectivo sobre el ser humano y tal), pero sin más nexo que ese. Nocturne nos introduce terrenos más progresivos que los dos temas anteriores, siendo una de mis favoritas del disco, con esos cambios de ritmo complejos de mano de la batería. La actuación vocal también es muy buena, con esa facilidad para romper a gritar o tirar de voces semilimpias (ese tono medio roto pero melódico que saca tan a menudo) o meter altos.

Pero lo mejor está por llegar, esta canción merecería una reseña para ella sola, puesto que me parece la mejor canción de la banda. Crossing the Rubicon abre con un riff velocísimo (shredding) que deja paso al grueso del tema, donde se reconocen una melodía principal más asimilable, los cambios vocales típicos, por preferencia por las voces semilimpias, un estribillo excelente (la construcción de la línea vocal es muy pegadiza, ya veréis a qué me refiero). Lo que en primera instancia parece un corte más líneal, cambia y evoluciona con una fluidez extraordinaria, introduciendo blast beats y punteos veloces al más puro estilo de una banda de Death Metal, para luego volver a meter breakdowns de Metalcore. El final es más tranquilito, con unas líneas de bajo endiabladas y un solo de corte más clásico, un tema cambiante y redondo. La letra está bastante bien, sobre venganza, respeto, y vomitando bilis a saco (la actuación vocal ayuda), todo esto en solo 5 minutos, siendo la segunda más larga del disco. Luego toca el turno de una instrumental bastante tranquilita, Sotto Voce, que como suele ocurrir introduce un siguiente tema, Mea Culpa. Es un tema donde predominan las voces limpias, con gritos puntuales, un tema que, pese abrir con unas líneas de bajo bastante jazz/prog metal, se vuelve enseguida bastante directo, con cambios de ritmo notables (básicamente acelerando el ritmo de batería). La outro, con buen gusto por la melodía y los arpegios guitarra gustará a los fans del Metal Progresivo más clásico.

Movement From Discord es otro tema de corte moderno y muy melódico, donde el apartado instrumental queda un poco en un segundo plano en comparación a las líneas vocales. Una pena, porque son unos instrumentistas de vicio, aunque la voz esté a la altura. Se compensa por la letra, sobre la presión a la que se ve uno sometido ante altas expectativas, y por el final, con alguna de las líneas de guitarra más épicas y más clásicas del disco. Channel Detritus vuelve con gritos desgarrados, algunas líneas vocales dobles (todas a cargo de Nathan) y la batería a tope, siendo una de las canciones más agresivas del disco. Como ya es costumbre, los guitarristas entran y se van sin llamar, tocando riffs con una facilidad asombrosa, dado que la música de la banda no es precisamente para principiantes con el instrumento. Ojo al riff de 2:38, con un regustillo a Death Metal bastante obvio, dicha variedad siempre se agradece. El final, más de 2 minutos completamente acústicos. Muy buena letra, sobre superación y tal, desde un punto de vista adulto.

Polaris resume un poco lo que venimos viendo en el disco, pero con tempo algo más pausado y un solo muy limpio, con un buen trabajo de doble pedal por parte de la batería. El final, muy emotivo y melódico, donde sobresale una letra que, de nuevo, vuelve a estar de actualidad: no seas perezoso, levántate y lucha. Echelons to Molotovs es una canción corta, directa y que vuelve a sintetizar Metalcore con Progresivo. Pero se han guardado un par de ases en la manga excelentes para terminar; la instrumental Desiderata comienza con un riff acústico que va ganando en intensidad y que no desentonaría en una canción de Opeth, para que os hagáis una idea, para luego convertirse en otro, una melodía preciosista que se va oscureciendo y apagando, un piano... y zasca, entra un riff potentísimo, el último tema, Vela, Together We Await The Storm, también es de lo mejorcito del disco. Lo de antes era la calma, y ahora llega la tormenta, a través de unos riffs extraídos del mejor Metalcore. Mientras la base rítmica se mantiene a ritmo firme, las guitarras dibujan riffs arpegiados, melódicos y directos. Nathan se desgañita a gusto. La dualidad entre la agresividad de la mayoría de las voces y la luminosidad de la letra, buscando esperanza, se me presenta muy buena.

Con ésto doy por terminado el análisis. Espero que os haya gustado, y por supuesto, que os guste el disco. Creo que tanto los fans del Metal Progresivo más clásico, sobre todo por la habilidad de los dos guitarristas, como de corrientes más actuales disfrutarán como enanos del disco, en caso de no haberlo escuchado ya, tardáis. Un saludo, y hasta la próxima entrada, como siempre.



sábado, 18 de febrero de 2012

OK Computer - Radiohead [1997]

Volvemos a la actividad normal del Blog, sin fotos donde se me vea ligeramente expresando sentimientos humanos con seres vivos. Y ahora que he metido una coña con calzador para romper el hielo, ya puedo presentar el disco. Una joya del underground, un disco que a menudo se pasa por alto, infravaloradísimo  y... y... y que el sarcasmo no es lo mío. Se veía venir, ya me puse en plan Nostradamus con la reseña de The Bends, que en cierto modo os advertía de que, tarde o temprano, iba a subir la obra clave y mi disco favorito de Radiohead. El precedente lo tenéis sentado y ya conocéis los orígenes de la banda, así que me ahorro la introducción para meteros de lleno en el disco, que seguro que estáis deseando descubrirlo (HAHA, ya paro). Espera, no.


Buen rollito.


En OK Computer, el quinteto británico se libra de toda etiqueta absurda (one-hit band, copia de Nirvana, otro grupo de Britpop con letras pseudodepresivas...) para meterse de lleno en una obra de Art Rock/Rock Alternativo de pretensiones mesiánicas. Es el punto de inflexión de su carrera hacia terrenos más vanguardistas, letras mucho más trabajadas y con nexos de unión claros (medioconceptual, vaya), jugueteos con la música electrónica que se incrementarán en los discos siguientes... y toda la influencia que tiene. Algunos críticos lo llaman el mejor disco de los 90. Yo que no soy crítico, lo dejo en un grandísimo trabajo, pero no suelto tanto la lengua, no procede. Es aquí donde la banda "olvida" de alguna manera las guitarras y se mete en diversos efectos, jugando con atmósferas y electrónica. Supongo que la idea de un mundo sin personalidad y alineado se puede lograr con efectos robóticos y tal, está todo muy bien calculado, y aliñado con una producción hecha por la misma banda, cuidadísima en todos los sentidos.

Airbag es el primer tema, donde se habla de la "segunda oportunidad", tras haber sobrevivido a un accidente de tráfico, lo cual te conciencia sobre lo que te rodea (como intro funciona de maravilla), con el melodrama que le mete Yorke a las líneas vocales, un bajo tenue y melodías conductoras y cambiantes, jugando con nuevos sonidos y loops. Paranoid Android es una de sus canciones más conocidas, de las que más me gustan y un buen ejemplo de lo que son estos Radiohead. Abrimos con un arpegio acústico, el falsete alargadísimo de Yorke (le falta preparación vocal, pero le sobra emoción). La segunda mitad del tema introduce un cambio de intensidad, aumentando la distorsión, precisamente cuando las letras se vuelven más agresivas y adultas, con un tono casi Punk tanto en letras como en guitarreos, una canción menos ambiental que la anterior, pero más cambiante, profunda y relativamente compleja ,en cuando a la ausencia de linealidad. Hasta aquí todo marcha bien, entra Subterranean Homesick Alien,  referencia obvia a Subterranean Homesick Blues del maestro Bob Dylan, por cierto. Metemos alienígenas, la sensación de que alguien nos observa por encima de nuestras cabezas, cuando Greenwood (guitarra) tira de efectos para concebir una canción muy atmosférica, muy sobria y ambiental. Exit Music (For a Film) tiene referencias al final típico de tantas películas "Oh, las cosas se han puesto jodidas. Espera, tengo la solución, ¡somos una secta, suicidémonos!", pero al revés. En lugar de simplemente morir, Yorke propone salir por patas. La supuesta calma que se retuerce, que se complica, con esos sonidos sintetizados al final, y el falsete grandilocuente (si alguno sois fans de Muse, me juego la mano derecha a que Matt Bellamy ha escuchado este tema como 10000 veces). Los coros son impresionantes, también sintetizados, lo cual le da un toque muy vistoso.

Let Down es el quinto corte, parte de una idea curiosa. Según Yorke, se le ocurrió tras entrar en una discoteca y ver a todo el mundo vestido de la misma forma y repitiendo los mismos gestos, botellita de cerveza en mano. Pues bien, la concepción del tema es la gente colgada del techo agarrándose a las botellas para no pegársela, criticando así de nuevo la intrascendencia, el olvido, la gente que pasa sin pena ni gloria, insectos aplastados contra cristales. Hay que reconocer que el ojopipa está mal de la cabeza, pero sobre letras entiende un rato. Un tema a medio tiempo que nos introduce de nuevo arpegios acústicos, con un aire oscurillo y decadente que personalmente me mola mucho, todo muy futurista otra vez. Karma Police es un tema serio, que salió como single y también está entre los temas más míticos de la banda. Abrimos con piano bastante característico... oh, sí, otra especie de baladita, como las que teniamos en The Bends, pero mejor. Emotiva, crítica (el Karma que a todos nos ajusticiará cuando llegue el momento), con una perspectiva bastante juvenil si analizamos la letra, y un final a modo de mantra, repitiendo la frase I Lost Myself durante un buen rato. La parte donde baja toda intensidad y nos quedamos casi solo con voz y piano, el This Is What You Get, es, junto al final, el momento más épico del tema, y de lo mejor del disco. Fitter Happier no llega a los dos minutos, a modo de interludio, donde una voz modificada por ordenador nos cuenta cómo vivir una vida sana (y sin recurrir al viejo de Saber Vivir). Ahora toca algo raro entre tanta canción lenta, bueno, raro si no has escuchado su disco anterior. Electioneering es el tema más guitarrero del disco, que suena más a lo viejo, pero con un nivel de calidad superior, áspera pero melódica, rítmica, con una línea de guitarra muy reconocible y un estribillo buenísimo, también de mis favoritas. Una crítica a los falsos discursos políticos de entonces (de rabiosa actualidad).

Volvemos a la depresión, la sensación de asfixia y la experimentación, Climbing Up The Walls. Con unos arreglos usando violines... ¿desafinados? Hostia, como John Cale, que metió una viola desafinada de The Black Angel´s Death Song del debut de The Velvet Underground. Otra violación sublime de Art Rock, con una batería muy tensa, un ritmo muy lento, muy funerario, una letra escalofriante y la voz de hombre asustado, con ese cambio de intensidad petando la guitarra a efectos y distorsión, con Yorke desgañitándose de forma bestial al final del tema. Un cambio brutal, desde luego, pero no menos brutal que el que viene a continuación. No Surprises contiene una melodía muy Pop, muy tranquilita, como novedad tenemos un xilófono por ahí metido. Lo mejor es la letra, despreciando a la clase política, el "no nos representan". Pero cuan de actualidad está todo, cojones. Luego viene Lucky, el tema más luminoso del disco, por el paisaje de guitarras y la letra, optimismo y superación. Al parecer, todo termina bien, ¿no? Meeeeeeec, error, todavía queda un tema para cerrar el disco de casi una hora. The Tourist es el broche final, que en un disco tan estudiado como éste no puede decepcionar. La metáfora del "turista", que intentando ver todo no logra percatarse de nada, me parece estupenda y acertada. El estribillo, slow down, idiot, muy bueno. Tiene una atmósfera distinta, decadente también, pero con otros matices.

Así concluyo esta reseña. El disco es muy popular, supongo que no descubro el disco a casi nadie pero dejo link igual. Como analizar cosas tan resobadas y repasadas nunca es fácil, le he dado un toque más personal a propósito, para que no os aburráis de leer las mismas chorradas (siguen siendo chorradas, pero distintas) sobre el trabajo, espero que os haya gustado ésto, y todo en general. Un saludo, y hasta la siguiente entrada.



martes, 14 de febrero de 2012

Esto no es una dedicatoria de San Valentín.

Hoy es 14 de Febrero, día de San Valentín, de los enamorados, y del cupido de las narices ese. No es que sea yo muy amigo de estas celebraciones. No sé, hay que decir que me parece una locura y un invento cojonudo por parte de los grandes almacenes para vender la trola. Algunos gastan más dinero y derrochan los "te quiero" ese día, de lo que lo hacen el resto del año. Opinión posiblemente impopular, pero eh, me da igual. Si bien no soy una persona, en general, amiga de sentimentalismos (con algunas excepciones, como la siguiente), y no pensaba hacer absolutamente nada, ya que ni tengo novia ni me pienso declarar ni blablabla, pues un detalle chorra e improvisado, aun a riesgo de que me manden a fregar o me encuentre algún sicario en la puerta por parte de la afectada por el componente ñoño del detallito, lol. Como ya podréis adivinar, esto no es un artículo de música ni una reseña. Y para asegurarme que no me maten cuando la vea quien la tiene que ver, me cubro las espaldas. ¡Te elijo a ti, Dragonite!



Soy firme defensor de "si realmente quieres a alguien, no se lo dices una vez al año". Cuando te salga, todos los días (o noches) o cuando haga falta apoyo, se dice. Tampoco voy regalando la frase, ya que vale mucho como para querer a cualquiera. Suena duro pero realmente opino así. Luego se dan condiciones en las cual uno... pues se ablanda. Soy humano después de todo. Cosas que no terminamos de ser capaces de explicar por X o por Y, que pasan y demás, como preocuparte por chorradas que antes te darían igual, o situaciones que en la vida te imaginas, como tirarte horas abrazado con alguien "porque sí", y, aunque cueste reconocerlo, en un estado de gloria pura. Son esas cosas las que reivindico tal día como hoy: ante la superficialidad de grandes regalos en una fecha más señalada en el calendario por el mercado que por otra cosa, reivindico los gestos, los detalles más importantes, las chorradas. Porque al fin y al cabo en este Blog se escriben muchas chorradas, lo de hoy no es una excepción. Sabéis que amo la música como el que más, es una de las cosas más importantes de mi vida, pues imaginad lo que se puede llegar a querer a alguien a quien pones muy por encima de ver a tu grupo favorito en directo, palabras literales y que meses después mantengo. ¿Adónde quiero llegar con ésto?

A ninguna parte y a todos lados. Nada que no sepamos o que no se haya dicho mil veces, sea la fecha que sea, el puto día de San Valentín o un día cualquiera. Cuando te puedes apoyar en alguien, te puedes reír, llorar (bueh, evitar que llore mejor dicho), o, simplemente, puedes confiar plenamente, en los mejores y peores momentos, aunque a veces se pueda discutir o equivocarse, no pasa nada, lo bueno supera a lo malo. Eso es querer a alguien, y no regalar chorradas solo por ser el día que es. Puede parecer ventajista publicar esto este día, pero bueh, el texto lo he redactado escasas horas antes de publicarlo. A lo que voy, creo que esta foto es bastante representativa de lo que quiero decir. Sacada a traición, por curioso que parezca. Ella lo sabe, yo lo sé, cualquiera podría saberlo. Una vez dije "lo gritaría a los 4 vientos si fuese necesario". Pues bien, ¡sea Internet el viento que se lleve mis gritos!


Te quiero, boba.


sábado, 11 de febrero de 2012

Les Voyages De L'Âme - Alcest [2012]

Volvemos a la carga. Visto lo visto, voy a volver a reducir el ritmo del Blog, el día 13 comienzo las clases de nuevo y más me valdría ponerme las pilas. Como el objetivo del artículo no es contaros mi vida, pues bu. Hace mil subí el primer disco de la banda, una reseña algo pobre que igual vuelvo a hacer, así que ni caso.

Shoegazing, literalmente, mirarse el zapato, en su máxima expresión.

Alcest se formó en el 2000 como un proyecto de Black Metal atmosférico, que sorprendió a toda la escena extrema sacándose de la manga un disco de Shoegaze (con una base Black Metal disimulada, pero ahí queda), Souvenirs d´un Autre Monde allá por el 2007. Lo más curioso es que Neige afirma no haber escuchado lo de Shoegazing hasta leer una reseña sobre dicho disco, que se puso a escuchar Slowdive como un condenado. Écailles de Lune (2010) fue su regreso a las voces gritadas, mezclando lo previo a su debut y el mismo. Ahora nos encontramos ante su tercer disco de estudio, salido el mes pasado. Neige (a cargo de casi todos los instrumentos) y Winterhalter (batería) vuelven con un álbum que intenta conjugar momentos de ambos discos. Hace meses dijo que sería el último álbum donde mezclaría voz limpia y voz rasgada, curioso.

Abrimos con el que fue el tema adelanto, Autre Temps. Huele mucho a los momentos más suaves de su debut, las capas de guitarras entremezcladas con algunas acústicas, como resultado uno de los cortes más consistentes del disco, las letras bastante melancólicas e inspiradas por la naturaleza. Là Où Naissent Les Couleurs Nouvelles es una canción que, pese a su duración (casi 9 minutos), en ningún momento cansa. Volvemos a mirar hacia atrás, con la mezcla de Shoegaze y Black Metal, sobre todo el interludio (puramente Écailles), con algunos tenues blast beats y shrieks. La homónima y el cuarto corte, Nous Sommes L'Emeraude, nos devuelven a su disco debut, los riffs cabrían en una banda de Black Metal, pero están tapados por el ruido y la reverberación que caracterizan al Shoegaze. Especialmente bueno es el riff de la segunda canción, que mezcla ambas corrientes con bastante acierto. Ambos temas  comparten patrones líricos, bastante introspectivos, intimistas y existencialistas, o eso creo yo, que mi francés tampoco es que sea la repanocha. La instrumental Beings of Light se decanta por el lado más Black, con ritmos acelerados y fríos. Me recuerda mortalmente a otro grupo que subí en su día, especialmente en sus largos parajes instrumentales. Está bien, parece que separa el disco en dos mitades ficticias, pero no es nada original, cada vez más bandas tocan esta mezcla de Shoegaze y Black Metal.

Divido para hacer más llevadera la lectura, aparte de lo ya comentado. Faiseurs de Mondes abre con un riff descomunal y, tras las capas de guitarras y mares de distorsión, se vislumbra un bajo muy machacón, abriendo de nuevo con líneas vocales basadas en shrieks, para que luego entre de nuevo el lado melódico de la banda, con concesiones al Post-Rock y al Dream Pop. Es curioso que, siendo una de las letras más "románticas" del disco, las voces alcancen tal ferocidad. Un tema más rítmico, más cambiante que los demás que destaca entre los demás, de lo mejorcito del disco en 8 minutos. En mi opinión trabajan mejor los temas largos, les da más tiempo a desarrollar sus ideas con creatividad y variedad. Havens es una instrumental cortita, de apenas 2 minutos y de carácter melódico y ambiental , para llevarnos al broche final del disco, Summer´s Glory. No os engañéis por el título, puesto que las letras siguen estando en perfecto francés. Esta canción confirma dos de mis teorías: que trabajan mejor los temas largos y que cierran sus discos de vicio, el Écailles algo menos. (Nota de redacción: Tir Nan Og es mi favorita de esta gente, aquella pieza maravillosa que cerraba su debut). Una canción pausada, con detalles y matices de fondo, con cambios quizás algo bruscos pero sin perder la sensación de fluidez, que da buena cuenta de lo que es el álbum.

Impresión general: tras unas cuantas escuchas, tengo algo claro. Es un buen disco, pero comparado con los otros dos, carece de frescura. Ha mezclado elementos de sus predecesores pero sin apenas novedades, lo más reseñable es el tono de guitarras, que suena más duro que nunca, antes sonaba más liviano. Pese a todo, cuenta con un par de canciones extraordinarias, especialmente Faiseurs du Mondes, que se sitúa en lo mejorcito del catálogo de la banda, y un nivel general de notable. Su debut permanece intratable y la mejor obra que Alcest haya facturado hasta la fecha. No deja de ser un buen disco, pero dista de ser la obra maestra del primero, o el soplo de aire fresco que fue Écailles, quedándose en un trabajo bueno, pero inferior.

Bueno, y con ésto termino. Como siempre, espero que os hayan gustado reseña y disco, y hasta la próxima. No prometo nada, pero se intentará subir algo al menos una vez por semana.


jueves, 9 de febrero de 2012

Suffer - Bad Religion [1988]

Bueno, con éste disco pongo fin a la pequeña "trilogía" de discos de 1988 que os había propuesto. Uno de los discos más importantes en el desarrollo de la música Rap con mensaje político, éste. Luego os he subido otro crucial en el desarrollo del Metal Progresivo, el magnánimo Operation: Mindcrime. Ahora hablamos de un disco que cambió el desarrollo de la música Punk para siempre, los grandes pioneros del Hardcore Melódico. Influyentes a nivel de estilo (prácticamente todo el Punk californiano de los 90 bebe de Bad Religion), pero también a nivel de discográfica. Antes de nada os cuento un poco de qué va la banda.


Bad Religion se forma en 1980 en California, siendo una de las bandas del incipiente movimiento Hardcore en EEUU. Su debut , How Could Hell Be Any Worse? se puede encuadrar en este movimiento, por fecha (1982) y estilo, Punk de tempos acelerados, agresivo y con una producción descuidada. Eso, y que la discográfica Epitaph Records, creada por el guitarrista de la banda, Brett Gurewitz, se ha convertido en una de las discográficas más importantes de la historia del Punk. Su segundo álbum, Into The Unknown (1983), fue bastante polémico por la inclusión de sintetizadores y un sonido más progresivo, con una respuesta negativa por parte de los fans más cerriles y ha sido brutalmente ignorado por parte de la propia banda. En el seno de la banda hubo movidas y demás, que casi les lleva a la separación, pero finalmente se las arreglaron y siguieron adelante. Tras este paréntesis, se pusieron las pilas y lanzaron Suffer.

Este álbum es el pináculo del Punk "tradicional" (sin meternos en lo desvaríos de NoMeansNo, por ejemplo) de finales de los 80. Refinaron su sonido, metieron una segunda guitarra, mejoraron notablemente la producción, las armonizaciones vocales, las letras críticas... es, sin duda, el trabajo clave de Bad Religion y el comienzo de la trilogía sagrada, sumadle No Control (1989) y Against the Grain (1990), muestra del punto de inspiración más alto de la banda. No sólo por influencia, sino por canciones y el mensaje, con un buen puñado de metáforas. Unas letras inteligentes y críticas, pero sin caer en el idealismo utópico o en la crítica radical sin fundamento: ataques al gobierno, la sociedad de consumo, la alineación (sobre todo ésto), la inconsciencia de la sociedad. Un mensaje que incitaba a pensar por ti mismo, a diferencia de otras bandas, que propugnaban su mensaje, éstos buscan crear consciencia individual. Tienes un cerebro, úsalo.

En cuanto a lo musical, la inclusión de una segunda guitarra se nota muchísimo: riffs acelerados, pero con una melodía como nunca se había visto en el Hardcore, con muchísimo cuerpo. El bajo está muy marcado, siguiendo una batería de bombos y redobles fenomenales y conformando alguna de las mejores bases rítmicas que vais a escuchar jamás en un disco de Punk "clásico". Para el oído menos acostumbrado podría pecar de unidimensional, pero cuando las canciones están construídas así, es complicado no divertirse. Hay unos cuantos cambios de ritmo e intensidad (Give You Nothing, con esa parte lenta antes de volver a la tralla), detalles de guitarra y batería (Suffer, de las más trabajadas), armonizaciones vocales y coros muy ajustados y extraídos del Punk Rock/Skate Punk más clásico (Best For You mismamente), o cosas raras como la intro de Delirium of Disorder, que deja paso a una de las canciones más aceleradas y furiosas del álbum. No os esperéis derroches instrumentales ni virtuosismo, pero sí es verdad que gozan de algo más de complejidad que otras bandas, no mucha, pero algo.

Muchas bandas de las dos últimas décadas se han intentado acercar a lo que hicieron Bad Religion con estos tres discos, nunca sin el talento y la originalidad de la que gozaban estos californianos, con una diferencia palpable a nivel de letras, donde se hace notar la buena mano de Graffin. En cuanto a temas favoritos, hay una que destaco por encima de todas y es What Can You Do?, con párrafos brillantes sobre vidas insustanciales y gente de plástico. El disco no dura ni media hora, pero los 15 temas brillan con identidad propia, algunos más que otros, pero con una solidez inusitada.

Bueno, tras ésto, termino. Como siempre, espero que os hayan gustado la reseña y, si no lo habíais escuchado antes, el disco, un clásico del estilo y recomendable a cualquiera. Si os ha gustado, ya sabéis, tirad a por los dos siguientes, similares en estilo y calidad. Un saludo y hasta el próximo artículo.



lunes, 6 de febrero de 2012

Operation: Mindcrime - Queensrÿche [1988]

Buenas a todos. Segundo disco de los tres sobre el año 88 que os tenía planeado a corto plazo. Lo conozco mejor que el anterior y lo tengo original, dentro de mi modesta colección. Pero bueno, vamos a lo que vamos. Se trata del tercer disco de la banda de Seattle, de lejos su obra más importante y una de las piedras angulares en el desarrollo del Metal Progresivo, si bien su concepción y sonido se acerca bastante al Heavy Metal tradicional, de escuela americana a mitad de los 80, tanto por la ejecución de riffs, melodías, como el estilo vocal.



En la segunda mitad de los 80 el Metal Progresivo todavía no tenía forma definida, así que bandas como Watchtower (Thrash Metal) o los mismos Queensrÿche empezaron a experimentar con riffs y tempos más complejos que la media de sus contemporáneos. Sin llegar al virtuosismo que mostrarían bandas como Dream Theater, sin duda influídos por esta gente. Este es el zénit de su carrera, que nunca lograron igualar, y menos ahora, con una banda muy venida a menos desde la salida de su guitarrista líder Chris DeGarmo. Pero bueno, no es momento para lamentarse, sino para disfrutar de su obra más aclamada. Tanto que la crítica lo comparó con dos pesos pesados de la década anterior, en lo que a discos conceptuales se refiere: The Wall de Pink Floyd y Quadrophenia de The Who. Así que tendréis que leer bien las letras para enteraros de qué pasa. O mi descripción, vaya.

En cuanto a nivel vocal e instrumental, nos encontramos con uno de los mejores discos de Heavy Metal de los 80. Todo está a un gran nivel: los riffs, la excelente base rítmica, la descomunal voz de Geoff Tate, ese chorro de voz agudo que juega con nosotros como le da la gana... todo aderezado con elementos progresivos y una interpretación por encima de la media. Ahora os explico bien lo de la interpretación, porque para eso hay que meterse de lleno en las letras. Los 15 temas, entre intros, partes habladas, son buenos ejemplos del mejor Metal Clásico de los 80, sin caer en la monotonía o en estribillos facilones (estribillos hay, y muy buenos). Pero el eje central del disco, lo que le da verdadera maestría, son sus letras y la soberbia interpretación de las mismas. Os traduzco y resumo lo que pone en el libreto, de dónde sacó Tate la inspiración:

La idea de Operation: Mindcrime vino de golpe en una noche, sentado en un bando de madera detrás de una iglesia católica. Ya había estado antes en la Montreal cubierta de nieve en una gira anterior, y la ciudad y su gente eran mi musa. Una noche en un bar llamado St. Supice conocí al hombre que se convertiría en el Dr. X. La personalidad fría, calculadora y violenta de este hombre todavía me hace sentir incómodo mientras escribo ésto. Su carácter y su presunta implicación con una organización terrorista, sumado a otras personalidades que encontré en mis viajes fueron realmente la inspiración para este álbum.


I Remember Now es la intro. Un hombre desmemoriado se despierta tirado en un hospital, despreciado por su propia enfermera. Éste es Nikki, el protagonista de la historia, un pobre yonki que fue utilizado. El hombre intenta recordar y se nos cuenta su historia. Anarchy X es una instrumental que enlaza con el primer tema cantado, la poderosa Revolution Calling. La inteligente crítica a la sociedad global, que antepone el dinero a todo, la manipulación de los medios, la corrupción... entonces conoce al Dr. X, el "hombre con la solución". Operation: Mindcrime comienza con una parte hablada que ahora os explico: el Dr. X utiliza la palabra Mindcrime para manipular a Nikki, drogado, confuso, para que lleve a cabo asesinatos de índole política y según los intereses del criminal, una revolución subterránea. Speak nos devuelve a la posición de Nikki, sumiso y dispuesto a matar, pese a que desconoce los propósitos reales de la organización, que aboga por un nuevo orden, una utopía "justa" y la caída del gobierno, la quema de la Casa Blanca... introduciendo también los personajes del cura y de Mary. Ella es una ex prostituta metida a monja que servirá tanto de confesora como de amor del desgraciado protagonista.

Punto y aparte, porque la cosa se va calentando. Spreading the Disease profundiza en la relación entre Nikki y Mary. Volvemos a criticar el corporativismo, la superficialidad del modo de vida moderno, falsos y vacíos valores que gobiernan todo, hipocresía, dinero y poder, con uno de los mejores temas del disco. The Mission nos adentra directamente en la mente del protagonista, que empieza a sentir que está siendo manipulado, mientras aguarda la confesión y la compañía de Mary. Es un tema oscuro, la historia del dolor de un hombre engañado, cuya "misión" realmente no va a salvar el mundo. Musicalmente está bien adaptado, con ese inicio lento y pesado en acústico y la voz llorosa de Tate. La interpretación del vocalista a lo largo del disco me pone los pelos de punta.

Ahora toca el que es, sin duda, el tema más ambicioso, más progresivo, más Ópera Rock del disco. Una pieza de diez minutos y medio llamada Suite Sister Mary. El Dr. X es consciente de que ella y el sacerdote están demasiado cerca de Nikki y de que saben demasiado, no puede tolerar tal riesgo, y envía a Nikki a acabar con ellos, con su voluntad anulada. Lo más impresionante es que, en la parte vocal, la parte que parece ser cantada por una mujer, no así la parte hablada, la canta Geoff Tate. ¿Hasta donde llegaba el registro de éste hombre (4 octavas, creo)? Coros impresionantes, voces dobladas, cambios de ritmo y un desarrollo atípico para uno de los momentos álgidos de la historia. Nikki busca a Mary para acabar con ella, la cual ya reniega de su fe, y el cura. "I´ll close my eyes and you shoot!". Demasiado derramamiento de sangre, esto tiene que terminar, miedo y dolor. Tras este momento llega The Needle Lies. "Nunca confíes en la aguja", palabras de un pobre drogadicto que ha sido manipulado y abandonado por su jefe, buen trabajo de guitarra detrás. Un pequeño descanso con Electric Requiem, donde se hace patente la soledad y la desgracia de Nikki tras el horror que ha cometido, la tensión se desata. Una pausa que antecede a otro de los temas de peso del disco.

Breaking the Silence es como mínimo, conmovedora. La pena fluye, un hombre que intenta escapar, lleno de miedo y sin saber adonde ir, esperando una respuesta de alguien que nunca más volverá. Una triste historia sin final, con un Tate pletórico, sobre todo en el estribillo. Enlaza con otro tema que comparte bastantes características y calidad: I Don´t Believe in Love habla de nuevo de la espera, la desesperación y el desengaño de un Nikki ya detenido, que busca dejar atrás el dolor de lo que nunca pudo ser. La instrumental Waiting for 22 antecede a una corta My Empty Room, donde sigue recordando la noche en la cual asesinó a su amada. No puede dormir, no encuentra el perdón, está completamente solo. La canción número 15 y última, Eyes of a Stranger, es el broche final de la historia. Está solo, en la cama de un hospital, donde comenzó a contarnos todo. Se ve reflejado en un espejo a través de los ojos de otro, intentando recordar fragmentos del horror cometido, recordando a la única persona que le quiso. Hay un detalle que me parece genial y es que el disco termina con la misma frase que pronuncia Nikki en la intro: "I remember now". Volvemos a hablar de feedback, algo que me vuelve loco.

Una hora de viaje, una historia dura y cruel, con un final trágico. A mí desde luego me pone los pelos de punta y se me antoja un disco imprescindible en cualquier estilo. Espero que os haya gustado la reseña, yo realmente disfruto desgranando este tipo de discos. Un saludo y hasta la próxima.



viernes, 3 de febrero de 2012

It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back - Public Enemy [1988]

Saludos de nuevo. No es que sea algo realmente especial, pero los próximos 3 discos, contando éste, que os tengo preparados, van a ser del mismo año. Cada uno de gran influencia en su género, con mucha importancia tanto a nivel de estilo como a nivel de letras... bueno, que ya lo veréis. Lo primero es un clásico de la música Rap, un disco revolucionario en muchos aspectos, un pionero, un Paranoid, un In The Court of the Crimson King, pero en versión nigga. Sin más dilación, aquí tenéis a Public Enemy.



Public Enemy es una de las bandas más consolidadas del Hip-Hop, el Rap, o como lo queráis llamar. Algunos le dieron una primera forma, pero fueron ellos quienes le dieron un mensaje político y crítico y buena parte del turntablism y los samples empleados. Se trata de su obra más reconocida junto al siguiente Fear of a Black Planet, pero lo primero es lo primero. Si Run-D.M.C. usaban bases de Hard Rock (toda una revolución), aquí se reinventa el sampleo clásico, tomado del Funk, con un empleo soberbio del Turntablism, y se añaden cosas heredadas de los propios Run-D.M.C., sampleando a Queen o incluso a Slayer. Me explico: algunos raperos cogen la base de una canción sin alterarla y riman por encima. Aquí Terminator X cambia las cosas a su antojo, con un manejo del plato como pocas veces se ha visto. Disfrazan los temas originales y los adaptan de manera sublime.

Una intro anunciando el Apocalipsis es el preludio de la masacre que nos espera, con la descorazonadora Countdown to Armaggedon. Después, para disfrutar de la calidad del disco solo hay que ir al tema más conocido del disco, ya el segundo corte, Bring The Noise, con bases de Funkadelic y del mismísimo James Brown. Una de esas canciones que traspasan fronteras estilísticas, gracias a su colaboración con la banda de Thrash Metal, Anthrax. Líricamente es excelente, a finales de los 80, la raza negra todavía estaba marginada, una llamada a sus hermanos, a luchar. El mensaje crítico, político, salpica los diversos cortes del álbum. Por la dureza de sus letras podemos encuadrar éste álbum en el subgénero Hardcore Hip-Hop, y el la rama Política del mismo. La alternancia entre las voces de Chuck D, más agresivas y directas, con las voces más calmadas de Flavor Fav da más variedad al álbum. Los que hemos mamado de música guitarrera desde hace años podemos tener problemas para escuchar el estilo, pero eh, os aseguro que si superáis el handicap del idioma, ya que hay que entender muy bien las letras y el contexto histórico de los Estados Unidos de finales de los 80, con el ultraconservadurismo de Ronald Reagan. Party For Your Right To Fight aboga de nuevo por los derechos de la raza negra, las agresivas Louder Than A Bomb y Prophets of Rage, o el ataque al gobierno de Black Steel In The Hour Of Chaos, la denuncia social, la injusticia... o la alabanza a las cualidades de uno mismo, vaya, Terminator X (el DJ) se queda bien a gusto en Terminator X To The Edge of Panic, con su sampleo tan característico extraído de Queen (Flash´s Theme), una auténtica sobrada como She Watch Channel Zero, ojo al ritmo... ¡Angel of Death, de Slayer! Es curioso que un grupo de Rap use bases de un tema de temática nazi, sobre el doctor Josef Mengele. Los cojones y el descaro del grupo, por si no quedaban claros antes, merecen otro aplauso. Además de bases propias que se repiten dentro del mismo disco, The Night of the Living Baseheads tira de feedback, otro temazo en una colección que nunca se agota. O Rebel Without A Pause, bastante cañera y otra vez con temática social.

Ya os dije que no soy ningún experto en el estilo, pero hablamos de uno de los discos más importantes de un estilo, algo que todo el mundo debería escuchar. De lo que sí que puedo hablar es de las letras y del contexto histórico, algo os he comentado antes. En una sociedad todavía dividida, Public Enemy ofrecen a su pueblo soluciones reales, una respuesta. Los ritmos perfectos, las bases cuidadísimas y las letras duras y críticas son la seña de identidad de uno de los discos de Hip-Hop más importantes de todos los tiempos, como bien dicen, solo una nación de millones podría pararlos. Dentro de mis limitaciones sobre el estilo, espero que os haya gustado la reseña, y que disfrutéis del disco, de esta propuesta. Porque es eso, los que nos interesamos algo por la música siempre tenemos cosas que aprender. Contad con las letras y me decís. Un saludo a todos, y hasta la próxima.


miércoles, 1 de febrero de 2012

Jane Doe - Converge [2001]

Bu. Vuelvo a la carga con un disco relativamente diferente a lo que he subido hasta ahora (lo más similar puede ser Protest the Hero, y ni aun así). Uno de los discos más influyentes de la década, un híbrido entre el Metal y el Punk más abrasivos, mezclado con letras inteligentes que os recomiendo leer, por eso de que no se entiende una mierda. Pero antes os voy a hablar un poquito de la banda.



Converge es una banda de Hardcore/Metalcore (pero no Metalcore moderno, no como tal) originaria de Massachussets, fundada a principios de los 90. Dentro de su estatus de grupo de culto, han logrado bastante popularidad fuera de la escena del Hardcore, pese a mantener un sonido poco accesible que oscila entre el Hardcore/Metalcore más caótico, hasta el Mathcore, el Noisecore, el Post-Hardcore, incluso el Grindcore... y todo lo que termine en -core y suene a burro. La evolución que llevan desde sus dos LPs anteriores (desconozco el primero) es bastante notable, aumentando el nivel de complejidad de sus composiciones y el grado de experimentación que ya se advertía. Jane Doe es su obra cumbre, su cuarto disco (de 7, con un octavo en camino) y el punto de inflexión de su carrera. Meterse en el disco no es fácil, requiere varias escuchas, pero bueno, ahí es donde entro yo, en facilitaros la tarea de meteros en él, para que no todo sea ruido y furia si es la primera vez que los escucháis.

Podremos encontrar varios tipos de canciones en el disco: los Converge burros y destructores, el lado lento pero opresivo de su música y la rama experimental y rara, jugueteando con disonancias. Abrimos con Concubine, uno de los temas clásicos de la banda. Rítmico, un riff bastante Math... y hala, entra un muro de sonido, cafre, envolvente y arrasador, mi favorita del disco, desgarradora, veloz y con unas líneas de batería increíbles, por los cambios a gran velocidad ejecutados con maestría por Ben Koller, 1:20 de adrenalina. Fault and Fracture es otra muestra del lado más directo de la banda, que continúa con un tema algo más lento y más Hardcore como es Distance and Meaning, conjugando los gritos típicos de Bannon con voces de Hardcore más clásico. Hell to Pay, sin embargo, es todo lo contrario. Un pasaje lleno de ruido, disonancias, con cierta melodía, todo pausado... hasta enlazar directamente con Homewrecker. Aquí volvemos a encontrarnos con un revientacuellos al más puro estilo de los dos primeros temas. Hay que decir que la primera vez que escuché Converge me parecieron demasiado caóticos, pero tras esa muralla de guitarras, distorsión, hay bases rítmicas trabajadísimas y una técnica individual excelente, con tintes hasta progresivos. The Broken Vow "cierra" la primera mitad del álbum, con gritos más agudos y desgarrados si cabe.

Lo de cerrar iba entre comillas porque casi enlaza con el próximo tema, Bitter And Then Some, un tema donde los breakdowns y los duros riffs tienen protagonismo absoluto. Ahora es el turno de otro de los puntos altos del álbum, Heaven In Her Arms. Volvemos a las progresiones complejas, los cambios de ritmo y la experimentación. Las líneas de bajo son extraordinarias, y he de decir que es una de mis favoritas del disco y casi por extensión de la banda. Phoenix In Flight se acerca bastante a lo que llaman Post-Metal, experimentando con voces tenues, disonancias, riffs más atmosféricos, efectos... es como una versión mejorada de la anterior Hell to Pay. Phoenix In Flames es un minuto con preferencia por el instrumental y la batería, que desemboca (otra vez ligando temas...) en Thaw. Volvemos al Mathcore caótico de Converge, con largos y desgarrados gritos en mares de guitarras complejas y con un tono bastante épico, cambios de compás y una base rítmica marcadísima.

El tema que cierra, Jane Doe, merece un punto aparte. Más épica que Phoenix In Flight, más disonante que otras, líneas vocales más agresivas que nunca, parajes caóticos dibujados por unas guitarras enormes, cambios de ritmo ilimitados, con un final que se nos antoja grandilocuente, todavía más épico, melódico, incluso con coros, la inclusión de armonizaciones vocales en un disco de estas características de forma tan original... La homónima resume a los Converge más bizarros, ya que el tema nunca llega a arrancar en velocidad, moviéndose entre medios tiempos, pero ojo, rabia contiene, y mucha. Es la conclusión perfecta a un disco que hace que el desengaño y la frustración parezcan ambrosía al oído acostumbrado. Un disco que toma como base el Hardcore primerizo y el Metalcore de primerísima ola (los desconocidos Rorschach son la influencia más palpable), llevándolos más allá, una bestia nueva que ha influído a toda una generación de bandas cuyo rango se mueve entre el Punk y el Metal en sus ramas más extremas y bizarras. La máquina de matar tan inteligente que es Jane Doe difícilmente podrá ser igualada en un estilo cada vez más lleno de bandas mediocres.

Sobre las letras, se trata de un disco, semiconceptual al parecer, cuyas letras tienen que ver con el mismo título del álbum. Jane Doe es el nombre que se le da a alguien cuyo nombre es desconocido, en este caso una mujer (John Doe sería el equivalente masculino). El concepto va sobre la ruptura, la frustración de perder a un ser querido, desde una óptica bastante adulta, pesimista, sin buscar el "me ha dejado la novia" del que tiran tantas bandas que intentan ganar público joven. Jacob Bannon vomita odio, bilis y fluídos, así que para entender las letras, tirad de Internet, de libreto, o de lo que sea, pero hacedlo. La caída de los ideales, el desasosiego, tratados de forma crítica, pero a la vez tan pasional, tan desgarradora... otra muestra más de que el arte no es solo belleza desde el punto de vista estético.

Con esto voy finalizando la reseña. Recalco una vez más el hecho de que el disco puede que no os entre a la primera, pero claro, la paciencia es una virtud. Si lo cogéis con ganas y lo escucháis las veces que haga falta podría convertirse en uno de vuestros predilectos. Un saludo y disfrutadlo.