jueves, 9 de febrero de 2012

Suffer - Bad Religion [1988]

Bueno, con éste disco pongo fin a la pequeña "trilogía" de discos de 1988 que os había propuesto. Uno de los discos más importantes en el desarrollo de la música Rap con mensaje político, éste. Luego os he subido otro crucial en el desarrollo del Metal Progresivo, el magnánimo Operation: Mindcrime. Ahora hablamos de un disco que cambió el desarrollo de la música Punk para siempre, los grandes pioneros del Hardcore Melódico. Influyentes a nivel de estilo (prácticamente todo el Punk californiano de los 90 bebe de Bad Religion), pero también a nivel de discográfica. Antes de nada os cuento un poco de qué va la banda.


Bad Religion se forma en 1980 en California, siendo una de las bandas del incipiente movimiento Hardcore en EEUU. Su debut , How Could Hell Be Any Worse? se puede encuadrar en este movimiento, por fecha (1982) y estilo, Punk de tempos acelerados, agresivo y con una producción descuidada. Eso, y que la discográfica Epitaph Records, creada por el guitarrista de la banda, Brett Gurewitz, se ha convertido en una de las discográficas más importantes de la historia del Punk. Su segundo álbum, Into The Unknown (1983), fue bastante polémico por la inclusión de sintetizadores y un sonido más progresivo, con una respuesta negativa por parte de los fans más cerriles y ha sido brutalmente ignorado por parte de la propia banda. En el seno de la banda hubo movidas y demás, que casi les lleva a la separación, pero finalmente se las arreglaron y siguieron adelante. Tras este paréntesis, se pusieron las pilas y lanzaron Suffer.

Este álbum es el pináculo del Punk "tradicional" (sin meternos en lo desvaríos de NoMeansNo, por ejemplo) de finales de los 80. Refinaron su sonido, metieron una segunda guitarra, mejoraron notablemente la producción, las armonizaciones vocales, las letras críticas... es, sin duda, el trabajo clave de Bad Religion y el comienzo de la trilogía sagrada, sumadle No Control (1989) y Against the Grain (1990), muestra del punto de inspiración más alto de la banda. No sólo por influencia, sino por canciones y el mensaje, con un buen puñado de metáforas. Unas letras inteligentes y críticas, pero sin caer en el idealismo utópico o en la crítica radical sin fundamento: ataques al gobierno, la sociedad de consumo, la alineación (sobre todo ésto), la inconsciencia de la sociedad. Un mensaje que incitaba a pensar por ti mismo, a diferencia de otras bandas, que propugnaban su mensaje, éstos buscan crear consciencia individual. Tienes un cerebro, úsalo.

En cuanto a lo musical, la inclusión de una segunda guitarra se nota muchísimo: riffs acelerados, pero con una melodía como nunca se había visto en el Hardcore, con muchísimo cuerpo. El bajo está muy marcado, siguiendo una batería de bombos y redobles fenomenales y conformando alguna de las mejores bases rítmicas que vais a escuchar jamás en un disco de Punk "clásico". Para el oído menos acostumbrado podría pecar de unidimensional, pero cuando las canciones están construídas así, es complicado no divertirse. Hay unos cuantos cambios de ritmo e intensidad (Give You Nothing, con esa parte lenta antes de volver a la tralla), detalles de guitarra y batería (Suffer, de las más trabajadas), armonizaciones vocales y coros muy ajustados y extraídos del Punk Rock/Skate Punk más clásico (Best For You mismamente), o cosas raras como la intro de Delirium of Disorder, que deja paso a una de las canciones más aceleradas y furiosas del álbum. No os esperéis derroches instrumentales ni virtuosismo, pero sí es verdad que gozan de algo más de complejidad que otras bandas, no mucha, pero algo.

Muchas bandas de las dos últimas décadas se han intentado acercar a lo que hicieron Bad Religion con estos tres discos, nunca sin el talento y la originalidad de la que gozaban estos californianos, con una diferencia palpable a nivel de letras, donde se hace notar la buena mano de Graffin. En cuanto a temas favoritos, hay una que destaco por encima de todas y es What Can You Do?, con párrafos brillantes sobre vidas insustanciales y gente de plástico. El disco no dura ni media hora, pero los 15 temas brillan con identidad propia, algunos más que otros, pero con una solidez inusitada.

Bueno, tras ésto, termino. Como siempre, espero que os hayan gustado la reseña y, si no lo habíais escuchado antes, el disco, un clásico del estilo y recomendable a cualquiera. Si os ha gustado, ya sabéis, tirad a por los dos siguientes, similares en estilo y calidad. Un saludo y hasta el próximo artículo.



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