jueves, 5 de enero de 2012

Two Hunters - Wolves In The Throne Room [2007]

Muchas veces, me siento delante del ordenador y pienso, "pues podría escribir algo para el Blog, ahora que tengo un ratico libre". Sin embargo, elegir disco es una tarea más compleja: tienes que elegir un disco, estudiarlo bien, sacarle todo el jugo que puedas (o quieras) y presentarlo de manera que resulte apetecible al lector. Lo último se torna complejo cuando toca "presentar" a un disco o artista consumados, de los que todo el mundo ha oído, puesto que poco o nada se puede añadir a un trabajo mil veces analizado. Afortunadamente, este no es el caso, es un disco relativamente desconocido al gran público, pero con sus aficionados entre los que nos hemos interesado por el Metal Extremo de forma no tan convencional.


Como podéis apreciar en la foto, no nos encontramos ante una banda típica del género. Es más, estos norteamericanos participarán, de forma sorpresiva (o no tanto, porque tela) en el Primavera Sound 2012, festival de música Indie, Alternativa, gafapasteo en general. Formados en Olympia, Washington, allá por el 2004, nos encontramos ante una banda que ya ha editado 4 discos, siendo este el segundo y el mejor de todos ellos. No es, por lo tanto, la banda de Black Metal europea típica, donde el corpsepaint, las letras misántropas, los punteos trémolos y los blast beats sin descanso alguno están a la orden del día. Wolves In The Throne Room pertenecen a la escuela del "Cascadian Black Metal", establecida por Weakling a principios de la década con un brillate Dead As Dreams, salido al mercado en el año 2000.

¿Qué tipo de Black Metal practica este trío? Ni simple ni llanamente, pero la definición es clara: Atmospheric Black Metal, con influencias arraigadas en los ya mencionados Weakling, pero también en bandas noruegas, como los primeros Ulver y, claro está, Burzum. No es una de las mil copias de Burzum tampoco, sin llevar la atmósfera cruda a extremos, aquí impera la melancolía, las progresiones sencillas y los riffs interminables. Entre los riffs característicos del Black Metal atmosférico encontramos muros de sonido y ruido con influencia del Post-Rock y el Shoegaze, si bien no son lo suficientemente notables para meterlos en el saco de bandas como Alcest, Altar of Plagues o Deafheaven, la mezcla de estilos (sumadle a ello ciertos toques de Folk, y sonidos de la naturaleza) es llamativa. Una fórmula que muchas bandas están llevando a cabo con distintos resultados, aquí nos encontramos con una de las que más éxito ha tenido, y, en mi opinión, de mayor calidad.

En cuanto a los temas, pocos, muy buenos y, por lo general, muy largos. Dea Artio funciona como intro, un tema instrumental, el más Shoegaze de todos, con reverberación abundante y paredes densas de sonido , funciona como un preludio a Vastness and Sorrow, ya una canción mucho más Black Metal, con una producción descuidada a propósito, y cambios de ritmo marcados por los oscuros y fríos riffs de guitarra, que se alarga hasta los 12 minutos. Cleansing se divide claramente en dos partes: los primeros 4 minutos en plan ambiental, Folk/Post-Rock/Ambient acompañados por una suave voz femenina, hasta que entra la furia desatada, con riffs agresivos con un puntito atmosférico, aunque más a piñón fijo que en el tema anterior, batería aceleradísima y shrieks notables. Cuando el tema se acerca a su final el ritmo baja, con un riff más pausado y que nos recuerda de nuevo a Burzum.

Para cerrar el disco tenemos el tema más largo, y seguramente el mejor: los más de 18 minutos de I Will Lay Down My Bones Among The Roots And The Rocks, con un comienzo pausado y acústico hasta que entra el primer riff. Podríamos decir que, a grandes rasgos, el último corte presenta todas las características anteriores: cambios de ritmo más apoyados en los riffs que en la base rítmica (que aquí gana bastante protagonismo, con un trabajo más sencillo y práctico que técnico), conjugando los rasgos ya descritos: mezcla de Black Metal atmosférico con Post-Rock/Shoegaze, voces típicas del género combinadas con otras más profundas y guturales (las más profundas son novedad en el disco) , riffs largos e hipnóticos, buscando la atmósfera y que van progresando de forma súbita pero simple. Además, aquí nos encontramos con un par de interludios bastante oscuros, sin la agresividad del Black, calma, pero una calma pesada y negra, para luego volver con fuerza. Una espiral de melancolía, violencia, sentimientos facturados a través de unas texturas exquisitas en las guitarras, cargadas de sentimiento y con muchísima atmósfera, para terminar en un deminuendo con suaves voces femeninas. El Black Metal no ha muerto, está más vivo que nunca si las bandas se deciden a probar caminos nuevos y no anclarse en las fórmulas de siempre.

En cuanto a las letras, si se salen de lo "lógico" en el Black Metal, es porque se dedican a hablar de la naturaleza de una manera bastante espiritual, casi simbiótica, los bosques, los ríos, en comunión con la paz y el alma, otro rasgo que los distingue, aunque también es verdad que cada vez hay más alternativas líricas en un estilo tan marcado por los tópicos, la polémica y el satanismo. De lo que no se libran es que de que su logo sea ilegible, pero vaya, lo digo como nota de humor.

Con esto termino la reseña. Espero que os hayan gustado, tanto disco como reseña. Un saludo y hasta la próxima.


2 comentarios:

  1. A mi de estos tíos siempre me ha gustado más el Black Cascade, aunque este es, sin duda, mi segundo disco favorito de estos. Saludos.

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  2. Bueno, en unos meses te diré que tal suenan en directo.

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