Si bien a estas alturas podría considerarme aficionado a la saga, sí que es verdad que mi afición no vino por este clasicazo, sino en 2005 por Dawn of Sorrow (que será reseñado en su debido momento), y todavía me quedan unos cuantos por jugar (más de 20 juegos tiene la saga, casi nada). Así que es esta afición e interés la que me ha terminado por redirigir al origen del "Castlevania moderno" o Metroidvania.
Castlevania era, originalmente, un juego de acción lateral con momentos de plataformas. Desde el Castlevania de NES hasta el Rondo of Blood de PC, predecesor total y absoluto de la obra que nos ocupa. Esta saga siempre se ha caracterizado por dos cosas: una banda sonora redonda, el feedback y los guiños al pasado (desde su consolidación), y sobre todo, la dificultad. Los primeros juegos son endiablados, habitualmente por encima de la media de su época. Éste Symphony of the Night es diferente a sus predecesores. ¿Es más fácil? En parte sí, sin ser un juego totalmente accesible, sí baja el pistón respecto a Super Castlevania IV o al Rondo of Blood, que tenían unas cotas de dificultad superiores al juego que nos ocupa. Pero reinventa las mecánicas de la saga con influencia palpable del genial Super Metroid de SNES. A la acción y el plataformeo habituales se le une un componente de exploración por acumulación de habilidades y de mejoras, tan característico de la saga de Samus Aran en Nintendo. No es la única novedad, añadiendo un componente de Action RPG notable, siendo la novedad, a mi juicio, más reseñable e importante. Un sistema de niveles, el equiparse armas y objetos con diferentes parámetros, y lo que se nota a la hora de jugar, hacen de este SotN un juego bastante único en su época. Buena parte de los Castlevania posteriores beben de la fórmula sentada en ésta joya, si bien los últimos (el spin-off Lords of Shadow y toda la subsaga correspondiente) han vuelto a retomar la acción más directa, abarcada desde una perspectiva distinta a los primeros juegos. La enésima muestra de la mutabilidad y capacidad de reinvención de una saga, con resultados normalmente (tropiezos hay, porque haberlos...) satisfactorios.
Las texturas y la iluminación, de fábula para la época
Sobre el apartado técnico, de nuevo y como tanto me gusta señalar, hay que entender muy bien el contexto de la obra. El juego fue publicado en el 97, época en la cual las 3 dimensiones empezaban a poblar los videojuegos de esa época. Hubo auténticas maravillas en 3D en aquella época, juegos fallidos... pero ya podíamos hablar de una moda o tendencia. Si bien hay momentos de falsas 3D (lo que llaman 2.5D), el gameplay en sí es íntegramente en 2D. Good old fashioned 2D. Gráficamente igual no luce al nivel de los titanes de PSX (Metal Gear Solid, Final Fantasy VIII, por ejemplo), pero tampoco es una patata precisamente. Entornos recargados y detallados, mucha variedad de colores, fluidez envidiable, animaciones completamente a la altura, cierta variedad de enemigos, y esos detalles que hacen que un juego sin gráficos hiperrealistas no quede realmente desfasado, como le pasó al Castlevania 64, sucesor en la cronología real (no dentro de la saga) de este SotN. Es otro tema, de nuevo, así que diré que simplemente fue el primer Castlevania en 3D y, por lo que he podido leer (no jugar), un paso en falso importante. Sin salirnos del apartado técnico en sí, es imposible no mencionar la labor de Michiru Yamane en la banda sonora. Increíble, majestuosa, ejemplar, espectacular, tremendamente variada, desde temas atmosféricos hasta melodías recargadas, con esos rasgos sinfónicos tan ampulosos y brillantes. De sobresaliente, una de las mejores bandas sonoras que hayan catado mis oídos en un videojuego. Tampoco es una sorpresa viniendo de la saga que viene.
Sobra decir que el gameplay es exquisito, el control uno de los mejores jamás vistos en un ARPG, sencillo, intuitivo pero completo, no es un juego corto, depende de tu habilidad (me costó algo más de 8 horas completarlo la primera vez), con muchos extras y curiosidades... y claro, una curva de dificultad bastante bien adaptada. Digo "bastante" y no "muy" porque el paso del primer castillo al segundo realmente se nota, es un pequeño desajuste en esa curva, explicable en el contexto jugable, pero no por ello menos importante. Aun así, si el primer castillo les pareció fácil en los cánones de la saga, el segundo no tiene mucho que envidiar a los anteriores juegos, en niveles de desafío, por momentos, eso sí. No llega a ser tan asfixiante como los primeros, sin que esto lo considere algo malo. La historia está trabajada, me parece de las mejores a nivel de saga, sin ser una superproducción, los jefes finales son bastante épicos, los guiños al pasado notables y de sacar sonrisas, donde el mismo juego empieza justo en el final de Rondo of Blood (además de uno de los mejores diálogos, o al menos más épicos, EVER), la posibilidad de jugarlo con más de un personaje, la profundidad del mismo... realmente, es un juego de sobresaliente en todos los aspectos, una obra maestra, un must have, un todo. Uno de esos juegos que debes jugar a poco que tengas afición.
Epic as fvck
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