miércoles, 23 de mayo de 2012

Permanent Waves - Rush [1980]

"¿Oye, tú no tenías un Blog? No, te estás confundiendo de perso... ah, sí, cierto, tenía uno." Y con este monólogo empiezo mis disculpas. Y eso que sigo de trabajo hasta arriba, pero oye, puedo sacar un ratito para reseñar algo. Algo que, rompiendo la tónica de lo anterior, no ha salido en 2012. De hecho, el disco tiene unos cuantos añitos, cosa de 32 para ser más precisos. Coincide con mi reciente viciada a un grupo que nunca he hecho el caso que debería, por nimiedades como el timbre vocal (al final, entra, con vaselina o no, todo entra). ¿Seréis capaz de perdonarme por la tardanza? Él lo haría.


¡No me preguntes ahora, que estoy ocupado!

Rush no son ni mucho menos unos desconocidos, ya que posiblemente son el artista canadiense de mayor renombre junto a Neil Young (amo) o más modernos, Arcade Fire. El Power Trio perpetrado por Geddy Lee (en la foto, voz/bajo), Alex Lifeson (guitarra) y Neil Peart (batería) lleva muchos años sacando grandes discos, uno de ellos planeado en un mes o así. Comenzando como una banda de Hard Rock con tintes de Blues y haciendo su estilo cada vez más y más complejo, aquí, con la llegada de los 80, se da un giro a su propuesta musical. Los temas reducen notablemente su duración, las estructuras son algo más asimilables y se introducen más sintetizadores (cosa ya presente en ellos, pero con otro enfoque, cosas de la década). ¿Por esto se reduce la calidad? En absoluto. El disco del que voy a hablar, Permanent Waves, es de mis favoritos de la banda, casi que solo superado por su siguente trabajo, el archiconocido Moving Pictures, que responde a la evolución lógica desde este disco, por eso he preferido reseñar este. Una vez conocido el contexto, toca hablar de música. O algo.

El riff de Lifeson, muy particular, sin ser excesivamente complejo ni tampoco simple, nos presenta uno de los temas clásicos del repertorio de la banda, The Spirit of Radio, que recibió muchísima difusión. Como podéis ver, aunque la banda no ha perdido pegada ni virtuosismo (ojo a la sección rítmica, tan buena como de costumbre), su sonido ha ganado en melodía. Sin problemas siempre que el tema sea así de bueno. El riff principal se repite unas cuantas veces, con tenues sintetizadores de fondo, ese trasfondo épico que siempre ha tenido la banda se queda ahí. El Progresivo de Rush queda patente en los constantes giros rítmicos y de intensidad, y me encanta el detalle del vitoreo del público ahí. Un señor solo da casi por concluído uno de los temas más reconocibles del grupo, y de mis favoritos. Freewill, el otro tema que recibió amplia difusión radiofónica, es más sencillo de estructura, un tema más enfocado en el Hard Rock, muy melódico y muy alegre, con mucho feeling. A mí personalmente me encanta la interpretación vocal (al final le cogí el truco, esto es un logro y no lo de Lotina), especialmente cuando entra el sensacional estribillo. Hay una sección cerca del final, marcada primero una línea de bajo, luego un solo bastante extraño, ambas líneas se superponen, con un efecto bastante esquizofrénico. Al final el solo se retuerce y se endurece que da gusto, aquí es donde se nota la influencia de Rush dentro del Metal, por ejemplo. Cierre clásico, otra estrofa y de nuevo el estribillo. Qué buen rollo da el tema, gracias también a la letra. Otro temazo para enmarcar.

Jacob´s Ladder empieza a alargar tímidamente el minutaje (7 minutos y medio, para la banda no es mucho, dentro del disco es el segundo tema más duradero). Línea de batería marcial con acompañamiento suave, a modo de intro, sintetizador, un órgano (cosa rara, el Progresivo de Rush no es precisamente de la vena sinfónica más propia de Inglaterra o Italia), alguna voz doblada... y luego ya el cuerpo de la canción. Aquí se apuesta más por el Hard Progresivo característico, con esos riffs melódicos cortesía de Lifeson, algunos bends y licks de escándalo. El riff es más lento, buscando crear atmósfera, especialmente cuando entra el sintetizador, progresando hacia una pausa momentánea. El manejo de sintetizadores y el efecto psicodélico que crea en la voz modificada de Lee (aquí suena muchísimo a esa etapa de The Beatles, ahí es nada) me parece sobresaliente. Hacia el final, guitarra, voz y batería cobran protagonismo, para cerrar el tema con pegada y músculo. Entre Nous (un detallito el título en francés, aunque la letra sigue estando en inglés) abre con bonitos redobles y potentes sintetizadores, marcando el patrón que seguirán sus trabajos más inmediatos, derivando en un corte más sencillo. Aquí poco de Progresivo hay en el tema principal, Hard Rock de bases rítmicas marcadas, melodía por bandera, algún que otro riff acústico que dota de mayor riqueza al corte, estribillo pegadizo y mezcla instrumental perfecta. Ay si hablásemos de la perfectísima producción, y eso que yo de mezclas tengo poca idea. Poco más que añadir, el nivel no baja nunca del sobresaliente.

Different Strings es una pieza algo más atmosférica. Acústica en mano entra cálida, a modo de balada, de balada bastante buena, con acompañamiento muy detallado. Luego ya el ritmo se vuelve algo más típico y sencillote, siempre dejando protagonismo a la reconocible melodía de guitarra y, por supuesto, a la voz. El final, con un regustillo Bluesero y añejo en la guitarra, cerrando con un fade out, de lo mejor. No es mi favorita del disco, pero no deja de ser una buena balada de Rush. El tema "largo" (9 minutos no son tanto para el grupo ni el estilo, pero con la nueva década, ya sabéis) es Natural Science, y es una suite compuesta por 3 movimientos. El primero, acústica en mano, un paisaje muy bucólico (escuchadla atentamente con cascos y dejaros llevar, luego me contáis) y los ecos de Geddy Lee al frente. Luego se incrementa la velocidad y nos devuelve al Rush amado, de Hard Progresivo, melodías más enrevesadas, cambiantes, y figuras rítmicas perfectas. Muy solvente Lee de nuevo en los agudos. La parte central es la de mayor pegada, haciendo las delicias de los aficionados al Hard Progresivo de alta factura que practica ésta gente, con un buen solo, como siempre. El tercer movimiento (en torno al quinto minuto) retira el pie del acelerador, explotando la faceta más melódica ya vista en temas como Freewill o Entre Nous, especialmente el segundo, para que os hagáis una idea, con mucho sintetizador. Un grandísimo cierre, pero, aportando la nota crítica, creo que tienen temas largos superiores. Soy un poco picajoso, pero oye, entre tanta alabanza, no va a ser todo de 10. Todavía no.

No he hablado del concepto del álbum, y si bien no os soltaría el tochaco que acostumbro, algo puedo decir. Va, sencillamente, de "el sol saliendo a través de las nubes", o algo así he leído. Supongo que será figurado y que el tono optimista y alegre del disco le debe muchísimo a este hecho, si analizamos sus letras tiene mucho sentido. Lo mejor es que las interpretéis por vuestra cuenta, a ver.

A partir de este álbum empieza una nueva etapa para Rush, que se plasmaría en sus siguientes obras, y sirviendo como puente entre lo que hacían antes y lo de después. Aun así, lejos de ser un disco de medias tintas, se marcan una de sus mejores obras sin duda. No prometo actualizar hasta dentro de un tiempo, pero bueno, espero que os haya gustado la reseña. Un saludo.



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