miércoles, 12 de febrero de 2014

Final Fantasy XII (Reseña)

Ya han pasado años desde su publicación (en Europa, hace nada más y nada menos que 7 años) y sigue siendo un juego polémico. La duodécima entrega numerada de la veterana saga Final Fantasy y su despido de la PlaysStation 2 de Sony, la consola de sobremesa más vendida de la historia. ¿Genialidad o aborto? ¿El principio del fin o un refresco necesario de una fórmula gastada? ¿Square-Enix pisotea el legado de Squaresoft? Como suele pasar, termino posicionándome en medio. Descubramos FFXII, sin spoilers gordos de por medio.

Venía precedido del fracaso online que fue Final Fantasy XI y de una discutida secuela, una novedad en la franquicia por aquel entonces, como Final Fantasy X-2 (juego al que he jugado poco y preferiría no hacerlo más). Así que las expectativas, precedidas de un hype desmesurado (se hablaba de él como un juego a la altura del VII en las revistas de la época, lo viví in situ), estaban por las nubes. Y creo que en general, no se cumplieron.



FINAL FANTASY XII

Género: RPG

Fecha de lanzamiento: 2007 (Europa), 2006 (América y Japón)

APARTADO TÉCNICO - 18/20

Gráficos - 9,5/10

Nota alta para empezar. Tenemos entre nuestras manos uno de los últimos juegos de PlayStation 2, y por ende, uno de sus techos a nivel gráfico, ahí con titanes (nótese el juego de palabras) como God of War 2. Animaciones estupendas, llenas de color, personajes detallados y vivos, escenarios con bastante detalle, grandes o pequeños, siempre resultan expresivos. Las cinemáticas en alta definición tremendas. Todo con una variedad y una elegancia características de la franquicia de Square. Además, corre que da gusto. Eso sí, nada es perfecto en esta vida, y lo único que separa a FFXII de la nota máxima en el apartado gráfico es la sobreexplotación de algunos modelos de enemigos, bastante notable, y algunos dientes de sierra puntuales. Aun así, chapó. De lo mejor del juego.



Sonido - 8,5/10

Tras la mejorable banda sonora en clave J-Pop de FFX-2, el XII nos trae ecos clásicos a la franquicia de nuevo. Sin Nobuo Uematsu al mando, claro, pero con temas de nuevo orquestales, ampulosos y grandilocuentes, marca de la casa. Banda sonora que, si bien no está a la altura de las mejores producciones de la saga, las melodías siguen siendo deliciosas, rescatando como es habitual temas clásicos, hay pocas prescindibles y las buenas son muy buenas. No de matrícula, pero muy buenas. Y mención aparte para un doblaje realmente bueno, al menos en inglés que es el que nos llegó aquí. Algo de agradecer.



APARTADO JUGABLE - 25/30

Sistema de combate y habilidades - 7,5/10

Uno de los puntos polémicos de Final Fantasy XII. El sistema de combate y el uso de los Gambits, comandos predeterminados que permiten automatizar el combate, sobre todo en personajes no controlados, fueron muy comentados. En sí no son turnos puros, aunque sí tendremos una barra de tiempo y comandos, pero nos movemos por un entorno real tridimensional y los combates son en tiempo real. Los enemigos no son aleatorios y, salvo ataque sorpresa, puedes verlos venir desde lejos. A mí es un cambio que no me molestó, aunque lo que es el sistema de combate en sí se podría haber explotado de manera más acertada. No es una propuesta tan ágil como en un principio se prometió, y eso penaliza al resultado final. Además, las invocaciones son un adorno. Uno visualmente precioso, al menos.

En cambio, el sistema de aprendizaje de habilidades me parece más que decente. Acumulamos puntos de licencia que sirven para desbloquear habilidades, posibilidad de equiparse artigilugios, boosteos o magias (que tendremos que comprar igual), lo cual nos obliga a combatir bastante. Las cadenas (matar enemigos consecutivos del mismo tipo) ayudan a obtener objetos raros, y el hecho de que las bestias no dan dinero sino mercancías para vender (seamos realistas, eso de que un lobo te de dinero tras derrotarle es inverosímil) aportan interés, sobre todo esto último. De los mejores puntazos de FFXII.

Variedad y diseño de escenarios - 8/10

Tenemos ante nosotros una cantidad de escenarios alta. Por momentos es un juego algo pasillero, pero la localización está muy conseguida. El diseño de las mazmorras es bastante bueno, con bastantes zonas que explorar y algún que otro puzzle (sin mucha dificultad), pero a menudo bloqueadas con la mera excusa de meter enemigos de nivel desmesurado para que no avancemos (lo cual nos obligará a revisitar escenarios pasada la segunda mitad del juego). Eso, y algún mapa troll que no indica una puta mierda (sí, Gran Cristal, te estoy señalando a ti) son dos cosas que no me dejan muy satisfecho. Aun así, apartado muy sólido.

Duración - 9,5/10

Largo, y no poco. Y no solo porque la historia en sí sea lo bastante larga (en torno a 50 horas si vamos muy a saco), sino por la inmensa cantidad de misiones extra y cosas opcionales que incluye. Nos podemos hartar ante tan masiva oferta. Si no le pongo el 10 es por el hecho de que parte de la duración de la historia en sí es por la cantidad de vueltas que toca dar sin mucho contenido o solo para mantener el equipo entero a un nivel equilibrado. Eso le da vida, pero a un precio curioso.



PERSONAJES Y ARGUMENTO - 11/20

Diseño de personajes - 5/10

Otro de los puntos polémicos de FFXII. O más que polémicos, ampliamente aceptados como mejorables. El elenco de protagonistas (hasta 6 son los "principales") es irregular hasta decir basta. Vaan, teórico protagonista, pinta muy poco en la historia, si no que simplemente se dedica a ver las cosas pasar. Penelo pinta todavía menos. Fran tampoco destaca mucho, pero no al nivel de los otros dos. En cambio, Ashe es importante y su evolución es uno de los ejes principales del argumento en sí, Balthier tiene carisma y Basch es simple y llanamente el puto amo. El villano de rigor tampoco es muy carismático, especialmente cabrón ni destaca en nada. Deja indiferente, y eso no es bueno. Entre los secundarios, sin querer hacer spoiler alguno, diré que Cid, pero sobre todo Reddas y Gabranth, aportan momentos de epicidad que salvan un poco el conjunto. Pobre, y duele especialmente porque, cojones, esto es un Final Fantasy.

Argumento - 6/10

Star Wars con un filtro FF, así medio de broma, medio en serio. La enfermedad de Yasumi Matsuno y las ganas de querer evitar un retraso dejó el juego, argumentalmente hablando, a la mitad. En sí el argumento no es malo: la mitología propia del juego y el desarrollo de los acontecimientos no está mal hilado y ofrece chispas de brillantez, pero el ritmo narrativo es tremendamente irregular y por momentos la propuesta que ofrece es recorrer áreas amplísimas sin que avance la historia. Aun así con el tiempo me he reconciliado un poco con el argumento: pese a todo, tiene momentos de altura. De nuevo, no está tan mal, pero hablando de un Final Fantasy, el listón estaba alto, y eso repercute en mi valoración final.

VALORACIÓN PERSONAL - 21/30

No lo tengo tan fresco como me gustaría, pero el juego en sí no puedo decir que no me gustase. Hay un trabajo y una ambición detrás que tengo que valorar sí o sí, y más como seguidor casual de la saga (no me "ofenden" cosas por no ser fan, ya me entendéis). Pero también es verdad que un par de intentos de rejugarlo se han quedado en nada. Engancha como cualquier buen videojuego, sí, pero no mantiene la tensión ni el nivel del que sí gozan obras mejores, en su género y en otros. Entra por los ojos y los oídos que da gusto, tiene muchos detalles magistrales, pero el conjunto pierde fuelle por una serie de taras que no pueden pasarse por alto. La dificultad en general, bien, no es un juego tirado pero tampoco una epopeya. Aunque tiene algunos picos puestos con saña y mala leche. Notable raspado.


NOTA FINAL: 75/100


Lo mejor:

Técnicamente espectacular, difícil de mejorar en PS2, a todos los niveles. Largo, con mucho material opcional. Pese a que el argumento y la narrativa no son nada sólidos, sigue conteniendo momentos contados de despliegue emocional bárbaro. Tampoco es un camino de rosas, algo de agradecer, y tiene algunos jefes finales estelares. Cierto personaje que sale en portada, un rayo de luz entre mucho gris.

Lo peor:

A nivel narrativo es mediocre en muchos niveles: La mitad de los personajes no pinta nada. El villano no está a la altura. El sistema de combate, tan criticado (por mí no será), sí que se podría haber aprovechado más. A veces la historia se estira por dar vueltas o por puro relleno, y lo que hay tampoco es que sea para tirar cohetes.

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